La primera ola del tsunami es engañosa

José Ramón Gómez Gesteira. (Foto: ARCHIVO)
La complicada situación que atraviesa Japón no pasa inadvertida para Ephyslab, un grupo investigador de la Facultade de Ciencias de Ourense que trabaja en la interacción entre el oleaje y las estructuras costeras.
El profesor Ramón Gómez Gesteira, miembro del grupo y catedrático de Física de la Tierra, explica que los tsunamis son fenómenos difíciles de predecir. Al contrario de lo que pueda parecer, además, 'la primera ola -cuando el terremoto se desencadena en el mar- es muy rápida pero baja'. Es al aproximarse a la tierra cuando se origina una cortina de agua que puede superar los 30 metros'. Por ello, 'la forma de detectarla nunca es visual y se necesitan sensores de presión que, en el fondo del mar, detectan los movimientos de las corrientes', indica. Una de las características es la rapidez con la que ocurren. 'No suelen pasar más de 20 minutos desde que se registra el seísmo en el mar hasta que llega la primera ola de afectación a la costa', apunta. Cuando se aproxima a la tierra, llega primero el seno (la parte inferior) y 'parece que el mar se retira', indica. 'A los pocos minutos la parte alta (cresta), se eleva'. En Japón, el tsunami se registró a unos 130 kilómetros de la costa y a unos 1.000 metros de profundidad, alcanzando la ola unos 360 kilómetros por hora.

Te puede interesar