María Dolores Alonso Reverter llegó a Ourense con 21 años, después de criarse en Asturias y estudiar dos años en Francia, donde leyó a Simone de Beauvoir. En la Auria del 75, sacó el cubo y la escoba de casa para empapelar la ciudad con los carteles del germen del feminismo ourensano: El Movimiento Democrático de Mulleres, del que fue una de las fundadoras. El 'MDM' eran una veintena de mujeres que se reunían en el edificio de la Torre, la mayoría ligadas al Partido Comunista. Fundó la Asociación de Separadas y Divorciadas, que presidió durante 22 años. En los últimos años, se vinculó con En Común, Podemos y Esquerda Unida. Profesora de francés jubilada, vive el feminismo colaborando en el foro "Falando Nós".
Duda qué hacer este 8M...
No lo sé, pero creo que iré a la manifestación, guardas distancia y ya. Además, como los de la derecha se ponen en contra y sin embargo hay todos los días manifestaciones… La revolución más importante de los últimos siglos ha sido el feminismo.
¿La derecha daña al feminismo?
Sí. Es imprescindible manifestarse, sino no nos ven. Hemos avanzado mucho pero aún hay cosas como que pasen 100 años para que tengamos el mismo salario que los hombres. Mientras la mujer esté en lo privado y no salga a lo público, siempre será un ser de segunda.
¿Existe brecha de género?
Claro. Tenemos un montón de ministras, pero superar ese techo de cristal es difícil.
¿Un Ministerio de Igualdad da esperanza?
Es imprescindible. En Ourense hubo el "Concello da Muller", pero ahora este gobierno no ha hecho nada y es necesario.
¿Qué opina de que el Concello de Ourense sea un gobierno de hombres?
Una pena, ahí está reflejado quiénes gobiernan y cómo nos tratan a las mujeres.
¿Cómo tratan al feminismo?
Se nos olvida a las mujeres y es necesario que estemos, por eso deberíamos salir a la calle, llevar algo malva y enseñar que somos mujeres concienciadas.
Hábleme de los inicios del Movimiento Democrático de Mujeres.
A finales del 75. Fue un movimiento muy importante. Nos reunimos 50 mujeres en la Torre. La primera vez que Ourense apareció empapelada con carteles fuimos nosotras. Llegó la policía y nos quedamos congeladas. A los cinco minutos se marcharon. ¡Los abrazos que nos dimos! En Vigo una amiga estuvo seis meses en la cárcel.
¿Qué suponía pegar carteles?
Nos miraban como unas excéntricas. Mandaban los hombres, no les interesaba que hubiese mujeres que trabajaban en la igualdad. Mi madre siempre decía: "Es más importante preparar a una mujer para la vida que a un hombre".
¿Creció en un mundo de hombres?
Me casé con un hombre progresista, mi matrimonio duró 20 años y siempre tuve independencia. Cuando fundé la Asociación de Separadas veía cómo las mujeres se quedaban sin nada. Era durísimo.
¿Qué significó la asociación? ¿Demasiado moderna?
Nos criticaban, solo una minoría de mujeres sabían que había que emprender una lucha.
¿Qué acciones llevaron a cabo con el movimiento feminista?
Conferencias, trajimos a feministas, progresistas... Abrimos biblioteca, guardería, planificación familiar… Luchamos por el Estatuto de Autonomía de Galicia y hubo una manifestación numerosa.
¿Está reconocido el papel que tuvo la mujer en el Estatuto?
Pues no, pero luchamos por él y por la autonomía de Galicia.
¿Temió represalias alguna vez?
Me acuerdo una vez que repartimos panfletos por el Vinteún y los portales estaban abiertos. Se fue la luz y pensamos que nos habían descubierto. Alguna vez sí tenías miedo.
¿El movimiento fue el germen del feminismo en Ourense?
Desde luego.
¿Y qué legado dejó?
Dar a conocer el feminismo.
¿Cómo vive ahora el feminismo?
Soy feminista por encima de todo. Miro con mucha admiración a las primeras feministas, las sufraguistas. Gracias a ellas vamos evolucionando, pero no le interesa a la sociedad que las mujeres busquen su puesto en la sociedad. Con la pandemia, aumentó lo que más el paro femenino. Porque la primera que se va a casa es la mujer.
¿Cómo ve a las nuevas generaciones? ¿Hay movimiento?
No lo sé, estoy un poco apartada.
En los últimos años estuvo ligada a varios partidos. ¿Hay alguno más feminista que otro o todos deben mirarse el ombligo?
Hay fallos en todos, pero algunos son más feministas que otros. Lo que hace Irene Montero es necesario y esa ley trans y los derechos LGTBI son necesarios. Lo que pasa es que el movimiento feminista no es solo los transexuales y que se apoderen del movimiento. Las feministas somos todas las mujeres.
Defiende un feminismo radical.
Sí.
¿Cree que hay alguna izquierda más feminista que otra?
Dividiría dos grupos, la derecha y la izquierda.
¿Se puede ser feminista siendo de derechas?
Sí. Cuando estuvo el PP en el Concello da Muller, trabajó.
¿Y la ultraderecha?
Eso ya no. No están por los derechos que defiende el movimiento .
¿Quién le inculcó el feminismo, su madre?
Era una mujer inteligente. Desde muy jovencita dije que era feminista aún sin saber exactamente qué significaba. Las feministas beneficiaron a los hombres, por ejemplo en la paternidad. Antes la figura paterna era la autoridad y ahora disfrutan de sus hijos. Siempre pienso en las primeras, a las que metían en manicomios.
¿Cómo llevó las críticas?
Tenía la idea muy clara de que todos tenemos derecho a la mismas oportunidades. Ahora todo el mundo dice que es feminista aunque no lo sea, y me hace gracia. ¡Hasta Ana Botín dice que es feminista!
