El geriátrico, ubicado en el Seminario Mayor, entró ayer en funcionamiento

Los primeros residentes llegan al 'Divino Maestro'

Los primeros residentes del Instituto Geriátrico Divino Maestro, en la tarde de ayer. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El Instituto Geriátrico Divino Maestro, construido por el Obispado de Ourense, pero cuya gestión asumió el pasado mes de julio la Fundación San Rosendo, entró ayer en funcionamiento.
Alrededor de las cinco de la tarde llegaban al centro -ubicado en las dependencias del Seminario Mayor- los primeros residentes, un total de siete, entre los que se encuentran exmiembros de la Diócesis de Ourense provenientes de otras residencias y personas de nuevo ingreso no vinculadas al clero.

El centro comenzará su actividad con este grupo reducido de inquilinos, a la espera de que en las próximas semanas se vayan incorporando nuevos residentes. El instituto geriátrico dispone de 75 plazas y está equipado para atender a personas mayores dependientes, aunque dará prioridad a las demandas asistenciales de miembros del clero perteneciente al Obispado de Ourense.

La residencia cuenta sala de televisión y de juegos, servicio de comedor, cocina, área médica, sala de fisioterapia y rehabilitación y capilla. Todas las habitaciones -en su mayoría dobles- tienen baño propio y televisión. El precio ronda los 1.300 euros para personas con el mayor grado de discapacidad.

Su entrada en funcionamiento supone la creación de 30 puestos de trabajo entre fisioterapeutas, educadores sociales, enfermeros y gerocultores. La directora del centro es Mónica Pereiro, con una larga experiencia en la gestión de centros geriátricos en la fundación.

Con este instituto, la red de centros de la Fundación San Rosendo asciende a 66, y trabaja en la puesta en marcha de nuevos proyectos en las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra.

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