El joven, sin antecedentes de maltrato, intentó asfixiarla cuando su novia ya estaba dormida

A prisión por intentar ahogar a su compañera con una bolsa

El detenido, ayer en el juzgado de guardia. (Foto: MIIGUEL ÁNGEL)
Óscar M.R. (27 años), en cinco años de relación, fue una excelente pareja. Atento, con sonrisa fácil y bienhumorado. Siempre solícito ante los requerimiento de su compañera, aquejada desde hace año y medio de una depresión y con quien tiene un bebé de cinco meses. Hasta el punto en que cuando nació la pequeña, el padre se involucró y colaboró de lleno con el fin de restarle trabajo a su compañera para que descansase y así conseguir su recuperación dado que la enfermedad se agravó tras el parto.
En la noche del lunes, la cotidanidad doméstica seguía su patrón de siempre. Hasta fue él quien se ofreció a darle de cenar al bebé y bajar al perro a la calle para que su mujer descansase. Los loables propósito con los que abandonó el piso en el que viven, en la calle Chano Piñeiro, tuvieron su contrario cuando regresó.

Sobre la una y media de la madrugada, cuando ella estaba en completa oscuridad, se despertó sobresaltada tras percatarse que una persona con guantes estaba sobre ella intentando asfixiarla, introduciéndole una bolsa de plástico en la boca.

En ese momento, cuando se convirtió en víctima de una tentativa de asesinato, lo primero que pensó es que alguien había agredido a su novio y, tras cogerle las llaves de su casa, quería matarla a ella. Entre las bocanadas de aire que intentaba tomar para no ahogarse, tuvo lucidez suficiente para darse cuenta que el atacante era su novio. Había palpado su reloj.

El forcejeo entre ambos hizo que cayeran de la cama y entre resuellos, cada vez que conseguía tomar aire, le suplicaba que no la matase.

Todo concluyó cuando Óscar M.R. comenzó a preguntarse, primero en su cabeza y después en voz alta, qué había hecho. Arrepentido, según la versión dada por la víctima, cogió las llaves del coche y abandonó la vivienda con lágrimas en los ojos.

La mujer aprovechó ese momento para avisar a sus padres y éstos últimos a la Policía. También fue conducida al servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense para ser atendida de erosiones en la cara y el cuello.

Óscar M.R. se presentó voluntariamente en la Comisaría de Policía de As Lagoas pasadas las siete de la madrugada, reconociendo que había intentado ahogar a su pareja.


JUZGADO

El joven quedó detenido hasta que pasadas las cinco y media de la tarde fue conducido ante el juez de guardia quien, tras tomarle declaración, optó por decretar su ingreso en prisión. El magistrado dictó una orden de protección para que la niña quede bajo custodia de la madre en la vivienda familiar. Asimismo, decretó un alejamiento de ambas a 300 metros para cuando el agresor salga de la cárcel.

La medida fue acordada a las nueve y media de la noche. En la comparecencia, la fiscal de guardia reclamó su encarcelamiento por un presunto delito de tentativa de asesinato y el juez así lo refrendó, alegando doble riesgo: fuga (teniendo en cuenta la gravedad del delito y la carencia de arraigo por falta de ingresos) y posibilidad de atentar contra la víctima de nuevo.

Fuentes cercanas al joven, aseguraron que fue presa de un fuerte episodio de estrés, acelerado porque actualmente está en el paro.

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