El juez ordena con carácter previo su ingreso en Psiquiatría para que le traten 'un trastorno psicótico de fondo' ahora sin síntomas
nnn Carlos Estéfano G.I (35 años) sigue sin querer declarar. No lo hizo ante la Policía Nacional que lo detuvo por el tiroteo sin heridos del Mercadona de As Lagoas el pasado miércoles y ayer guardó mutismo absoluto ante el juez de guardia que evaluó los hechos. El detenido sabía donde estaba y era plenamente consciente de su situación pero no quiso hablar de lo sucedido en el supermercado. Ahora bien, la instrucción judicial determinará si sufría una crisis psicótica cuando disparó en seis ocasiones en el interior del establecimiento, al tiempo que comía dos plátanos. Ese padecimiento aminoraría su responsabilidad penal por los delitos que ahora se le imputan: robo con intimidación en concurso con tenencia ilícita de armas, atentado (encañonó a un policía local de paisano), daños (destrozó estanterías de la zona de bodega) y desórdenes públicos. El togado no aprecia, en principio, la tentativa de homicidio que aparece en las diligencias policiales.
Trastorno psicótico
El forense, quien lo reconoció ayer ante de declarar, le diagnosticó un "trastorno psicótico de fondo sin síntomas productivos actuales". Por esta razón, antes de ingresar en la prisión, fue trasladado a la Unidad de Agudos de Psiquiatría del CHUO para que, según dice el magistrado, "se efectúe un diagnóstico correcto y se proceda a la estabilización del mismo si fuese necesario".
El juez acordó el encarcelamiento provisional porque, según dice, "concurre el riesgo de que el detenido puede reincidir en su actuación delictiva puesto que no existen razones que la justifiquen". Teme -añade en su argumentación- que si queda en libertad "pueda volver a actuar de forma semejante con el riesgo que ellos conllevaría para las personas, tanto para su vida como su integridad física o bienes de las mismas".
En la comparecencia judicial, en la que la empresa Mercadona está personada para ejercer la acusación particular, apenas se escuchó la voz de Carlos Estéfano G.I. Sólo manifestó que no deseaba declarar y contestó a una única pregunta de su letrado para aclarar si había recibido asistencia médica. "Ayer, por un problema de insomnio", se limitó a decir.
En el auto judicial que decreta su ingreso en prisión, el magistrado ordena a los facultativos del CHUO que le comuniquen "de forma inmediata" el diagnóstico del paciente "por si procede a revisar o complementar " su resolución.
Tanto el fiscal como la acusación particular coincidieron en pedir el ingreso en prisión del detenido, previo paso por la unidad de agudos. Su letrado se opuso al encarcelamiento pero no al internamiento hospitalario. El abogado de la defensa recordó ayer que la medida es provisional y que en cualquier momento del proceso podría ser modificada, máxime cuando está pendiente un informe de los médicos sobre el paciente.
El comisario: ‘Tratamos de descartar inducciones'
El comisario jefe de la Policía Nacional de Ourense, Antonio Álvarez, confirmó ayer que se analizará a fondo el teléfono móvil, libro electrónico y el ordenador del Carlos Estéfano G.I., objetos personales que fueron intervenidos en el registro practicado en su vivienda, en el mismo inmueble del supermercado.
En declaraciones a los medios de comunicación, Álvarez precisó que la motivación del asaltante "no está clara" y que tampoco se encuentra un motivo económico en su irrupción en el supermercado (se apoderó de 1.200 euros de la caja pero también arrojó billetes al aire). En este sentido, ha incidido en la posibilidad de que la actuación esté "motivada por desequilibrios psíquicos" .
También ha confirmado que siguen las investigaciones y el análisis del móvil y del ordenador intervenidos al detenido "por protocolo policial". Álvarez explicó que el objetivo de esta actuación es "ver si hay algún fleco más" y buscar si ha existido "algún tipo de inducción que motivaran al joven a actuar así".
