Prisión provisional para los autores del ataque en los Vinos

Los servicios sanitarios preparando una camilla para trasladar al herido.
photo_camera Los servicios sanitarios preparando una camilla para trasladar al herido.
La mujer está siendo investigada por intento de homicidio y él por asesinato en grado de tentativa

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción  3 de Ourense, Eva Armesto, decretó este lunes prisión preventiva para la pareja que el pasado sábado acuchilló -dejando gravemente herido- al propietario del bar La Mamba de la Plaza de Los Suaves de la ciudad. Concretamente, para él, un hombre de 60 años, estableció prisión provisional y sin fianza por un delito de asesinato en grado de tentativa -dio la puñalada por detrás- y, para su pareja, una mujer de 47 años que está investigada por  homicidio intentado, libertad bajo una fianza de 1.000 euros que deberá pagar en los próximos diez días. 

Más allá del horario de cierre de las cafeterías, cerca de las 21,30 horas, todavía había bullicio en la plaza de Los Suaves. Algunos  testigos afirman que, antes del ataque,  el matrimonio había salido a gritar desde el balcón a las personas que colindaban el bar La Mamba. Lo que nadie podía esperar es que, minutos más tarde, la mujer  saldría a la calle con un cuchillo en la mano y asestaría dos puñaladas  al gerente del establecimiento, un hombre de 39 años. A continuación, su marido, con otro cuchillo, se abalanzó sobre la víctima propinándole una puñalada por la espalda. 

Tras ello, la investigada se quedó quieta en plena calle, con el cuchillo ensangrentado en la mano mientras los que estaban allí atendían al hombre  herido. Su marido subió de nuevo a la vivienda, donde más tarde fue detenido. Además, en un registro posterior, se incautó el otro arma blanca.  

Según la Fiscalía, ambos detenidos se manifestaron no culpables aunque -mostrando arrepentimiento- señalaron que “no tenían intención de matar”. Alegaron que el ataque se produjo porque les molestaba la música del bar, por lo que previamente habían llamado a la policía. La pareja, que ahora permanece en prisión provisional, comparte una hija de diez años. 

Además, hay un tercer investigado por un delito de atentado contra los agentes de la autoridad: mientras un policía metía a los detenidos en el coche el acusado, un hombre de 33 años, se abalanzó sobre uno de ellos. 

Desde el sábado, el herido permanece  en la unidad de Reanimación del CHUO, donde evoluciona de forma favorable. 

UN CONFLICTO CON HISTORIAL

Fuentes policiales señalan que “ya había constancia de conflicto entre los dueños del local y los autores de los ataques”. Además, algunos hosteleros de la zona explicaron a este periódico que la investigada trabajaba -como personal de limpieza- para los antiguos dueños de La Mamba. Hace cerca de un año, el establecimiento cambió de propietario y, el actual, no la contrató para este servicio. Desde un negocio cercano señalaron que por esa razón “se incrementó la tensión” entre ellos.

La Policía Nacional también al límite: la escasez de recursos se hace patente

Ninguno de los cuatro coches  que posee la Policía Local sirvieron el pasado sábado para trasladar a los presuntos autores del acuchillamiento en los Vinos. No tienen mampara ni están preparados para trasladar detenidos, por lo que la Policía Nacional tuvo que actuar “de taxi” para llevar a las tres personas implicadas en los ataques, un tiempo de espera que provocó que los agentes actuantes sufriesen daños procedentes del tumulto de gente. Más tarde, la Policía Nacional tenía que trasladar al autor de un robo con fuerza en Seixalbo ante la incapacidad, una vez más, de las patrullas municipales. 

Ayer, el representante provincial del  Sindicato Unificado de Policía, Antonio Pousa, acompañado por el responsable a nivel autonómico, Roberto González, y en muestra de apoyo la portavoz del Partido Popular en Ourense, Flora Moure, y el exalcalde Jesús Vázquez, señaló que la falta de recursos es un problema compartido entre los cuerpos policiales: “Nosotros tampoco tenemos un vehículo adaptado para el traslado de detenidos con más de dos funcionarios ”, indicó. Además, durante su intervención, el SUP manifestó su descontento por el cierre de la sala del 091 en la ciudad, que provocó que las llamadas se reciban ahora en A Coruña: “Desde que se puso en funcionamiento el 8 de marzo en Ourense se realizaron 4.000 llamadas  de las que se perdieron más de 800”.

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