La Facultad de Educación ha organizado un ciclo sobre abusos escolares en las redes sociales

Los profesores aprenden cómo tratar el 'sexting' o el 'bullying'

Las profesoras durante la charla impartida el pasado lunes en el Campus. (Foto: MARCOS ATRIO)
Con la irrupción de las nuevas tecnologías en la vida diaria de los adolescentes, las prácticas de abuso escolar han cambiado. Desde hace unos años, términos como el 'bullying' o el 'sexting' se han ido convirtiendo en noticia en algunas ocasiones debido a sus consecuencias fatales. Pero existen muchos más casos, ajenos a la luz pública, en los que la Facultad de Ciencias de la Educación del Campus ha comenzado a trabajar para inculcar valores de diversidad a los futuros profesores. En este sentido, el pasado lunes quedó inaugurado un ciclo de charlas que comenzaron con los abusos escolares centrados en las redes sociales.
Los datos hablan por sí solos e indican que 'el 8,1% de los adolescentes afirma haber recibido o enviado' imágenes de carácter sexual a través de su teléfono móvil ('sexting'). Así lo explica la profesora Yolanda Rodríguez. Y eso es en lo que consiste esta nueva práctica, que 'no deja de ser un riesgo porque se exponen a que esa foto o vídeo sean difundidos' y la realidad es que dos de cada tres chicos están en posesión de los llamados 'teléfonos inteligentes'. A partir de aquí, comienza, en muchas ocasiones un acoso escolar que vulnera la intimidad de los jóvenes. La docente ourensana alerta de que hoy en día, 'no se paran a pensar en las consecuencias que una fotografía puede tener en la red'. En ese punto entraría el papel fundamental de los padres y educadores, que deben 'inculcar la cultura de la privacidad', explica.


LA PREVENCIÓN COMO CLAVE

Su compañera, María Victoria Carrera -especialista en 'bullying'- sostiene que al acoso escolar 'tradicional' hay que añadir hoy en día el que se produce a través de la red. 'Los abusos solían producirse dentro del aula o en los recreos y ahora, con las redes sociales, en cualquier momento'. Como ejemplo de estas prácticas y sus consecuencias, ambas recuerdan el mediático caso de Amanda Todd, una joven canadiense que se quitó la vida tras años de abusos de sus compañeros alentados por un pedófilo al que había mostrado sus pechos en una ocasión. De este modo, las profesoras del Campus explican en qué medida el uso de la red puede trasladarse a la vida real.

Por todo ello, la prevención es la clave para evitar que situaciones, aparentemente carentes de gravedad, puedan desembocar en historias sin retorno. Sin embargo, Yolanda Rodríguez sostiene que los 'cambios de humor importantes' son determinantes a la hora de detectar cuándo un joven puede padecer algún tipo de acoso. 'Estos chicos suelen terminar aislados y responden a bajos niveles de autoestima'. Como una de las medidas de actuación previas, la profesora recomienda que los ordenadores se sitúen 'en espacios comunes de la casa'.

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