La Asociación de Propietarios de Fincas Urbanas organizó ayer en el Centro Cultural de la Diputación un foro para recoger las inquietudes de sus asociados con respecto a este tema, evento al que estaban invitados también colectivos como los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros, asociaciones de vecinos, la Cámara de Comercio y la CEO, entre otras. La intención de la agrupación es trasladar estas preocupaciones al grupo de gobierno que resulte de las elecciones del próximo 22 de mayo y, al mismo tiempo, conocer de primera mano sus intenciones con respecto al cobro del IBI, entre otros aspectos.
Este colectivo de propietarios de fincas urbanas, que nació con alrededor de 1.400 asociados, ya se reunió con el actual alcalde, Francisco Rodríguez, el pasado 14 de marzo, dos días antes de que fuera oficial la sentencia del Tribunal Supremo que ratificaba la anulación del planeamiento. En aquel encuentro ya le plantearon la necesidad de valorar lo que ocurriría con los inmuebles que cambiasen de calificación, y, por tanto, de valor catastral.
Posteriormente, la asociación remitió al Concello y al Catastro sendos escritos derivados de la situación urbanística actual tras la anulación del Plan Xeral. En el primero de ellos, exponían que 'no es justo el pago del impuesto IBI por terrenos cuya calificación urbanística no se adapta a la realidad actual', motivo por el que solicitaban que 'desde esta fecha (principios de abril) y hasta que se apruebe un nuevo Plan General se suspenda el pago del impuesto de bienes inmuebles en aquellos terrenos que estén afectados por la anulación del plan o, subsidiariamente, que el valor catastral de los terreno se ajusten al plan de 1986, abonando el IBI correspondiente'.
Mientras, el escrito remitido a la Gerencia del Catastro reclamaba que se tenga como valor catastral de los terrenos afectados los señalados en el Plan Xeral de 1986, hasta que se normalice la situación urbanística de la ciudad.
La intención de la asociación es reunir las inquietudes y propuestas realizadas en el foro de ayer con respecto a las modificaciones en la clasificación del suelo que ha supuesto la anulación del Plan Xeral para planteársela a los responsables políticos, defendiendo así los intereses de los propietarios de fincas urbanas.
Posteriormente, la asociación remitió al Concello y al Catastro sendos escritos derivados de la situación urbanística actual tras la anulación del Plan Xeral. En el primero de ellos, exponían que 'no es justo el pago del impuesto IBI por terrenos cuya calificación urbanística no se adapta a la realidad actual', motivo por el que solicitaban que 'desde esta fecha (principios de abril) y hasta que se apruebe un nuevo Plan General se suspenda el pago del impuesto de bienes inmuebles en aquellos terrenos que estén afectados por la anulación del plan o, subsidiariamente, que el valor catastral de los terreno se ajusten al plan de 1986, abonando el IBI correspondiente'.
Mientras, el escrito remitido a la Gerencia del Catastro reclamaba que se tenga como valor catastral de los terrenos afectados los señalados en el Plan Xeral de 1986, hasta que se normalice la situación urbanística de la ciudad.
La intención de la asociación es reunir las inquietudes y propuestas realizadas en el foro de ayer con respecto a las modificaciones en la clasificación del suelo que ha supuesto la anulación del Plan Xeral para planteársela a los responsables políticos, defendiendo así los intereses de los propietarios de fincas urbanas.
