Una roncambolesca historia con sexo y drogas. Pero sin rock and roll. La Policía Nacional detuvo a dos mujeres, que ejercen la prostitución, por un supuesto delito de robo con violencia e intimidación tras ser denunciadas por Jesús F.D. y Alán N.N., dos amigos que decidieron pasar el Jueves Santo en compañía femenina. Según la denuncia que presentaron en la Comisaría de As Lagoas, contactaron con Hermitas Cid Vila y Virginia Magdalena Ramírez Acebedo a través de la página web milanuncios.com.
La primera cita se produjo en la rotonda próxima al hipermercado Carrefour alrededor de las seis de la tarde. Allí, convinieron mantener relaciones consentidas y remuneradas: 200 euros para cada una de las mujeres. Para ello, optaron por alquilar sendas habitaciones, las números 26 y 27, en el motel Cancún, al pie de la N-540, en Barbadás.
Hasta llegar el establecimiento hostelero las versiones de ellos y ellas coinciden prácticamente en lo esencial. Hasta en el hecho de que se malogró el propósito inicial del encuentro: mantener relaciones sexuales.
Según ellos, no practicaron sexo porque las prostitutas les suministraron narcóticos en las dos cervezas que pidieron antes de entrar en materia. Según ellas, tal como llegaron, se fueron porque los clientes les 'pidieron rollos raros'.
La historia comienza a complicarse en el momento en el que las bebidas se les subieron a la sangre. Jesús F.D. asegura que estaba en la habitación con Hermitas, su acompañante, e ingirió la cerveza mientras ella hablaba por teléfono. Acto seguido sólo recuerda que se quedó dormido. Al despertar, le faltaba el dinero, sus documentos personales y una tarjeta.
Por su parte, Alán N.N. sostiene que la cerveza supuestamente alterada no le dejo KO. Pero sí muy aturdido, no lo suficiente para ver que un hombre de aproximadamente 1,70 centímetros de estatura y muy ágil entraba en la habitación. En la descripción facilitada a la Policía Nacional, dice que llevaba el rostro oculto y vestía con una sudadera oscura y un pantalón vaquero. Una vez lo tuvo cerca, el individuo los amenazó con una navaja de grandes dimensiones para que le entregase el dinero.
UN TERCERO EN LA ACCIÓN
La investigación policial determinó que una de las mujeres, Hermitas Cid, abandonó el local con Thomas M.B., su pareja de hecho, quienes viajaron en un coche de su propiedad, un Opel Corsa de color verde.
Las supuestas víctimas denunciaron los hechos al día siguiente y, por su cuenta y riesgo, optaron por quedar otra vez con una de las mujeres, Virginia Magdalena. Esta vez, la cita sería a las 21 horas cerca del Eroski que hay junto a la estación de autobuses. Toda vez que ella se percató que eran los clientes del día anterior, comenzó a correr y, según los denunciantes, perdió le bolso durante su huida. En su interior, hallaron dos resguardos de pago de alquiler emitidos por Novagalicia Banco a nombre de Jesús F.D. Este último dice que guardaba esos recibos en el pantalón antes de perder el conocimiento en el motel.
Las mujeres pasaron ayer a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos. El letrado de una de ellas, Hermitas Cid, anunció la intención de inculpar a los hombres que las acusan por un supuesto delito de denuncia falsa.
Hasta llegar el establecimiento hostelero las versiones de ellos y ellas coinciden prácticamente en lo esencial. Hasta en el hecho de que se malogró el propósito inicial del encuentro: mantener relaciones sexuales.
Según ellos, no practicaron sexo porque las prostitutas les suministraron narcóticos en las dos cervezas que pidieron antes de entrar en materia. Según ellas, tal como llegaron, se fueron porque los clientes les 'pidieron rollos raros'.
La historia comienza a complicarse en el momento en el que las bebidas se les subieron a la sangre. Jesús F.D. asegura que estaba en la habitación con Hermitas, su acompañante, e ingirió la cerveza mientras ella hablaba por teléfono. Acto seguido sólo recuerda que se quedó dormido. Al despertar, le faltaba el dinero, sus documentos personales y una tarjeta.
Por su parte, Alán N.N. sostiene que la cerveza supuestamente alterada no le dejo KO. Pero sí muy aturdido, no lo suficiente para ver que un hombre de aproximadamente 1,70 centímetros de estatura y muy ágil entraba en la habitación. En la descripción facilitada a la Policía Nacional, dice que llevaba el rostro oculto y vestía con una sudadera oscura y un pantalón vaquero. Una vez lo tuvo cerca, el individuo los amenazó con una navaja de grandes dimensiones para que le entregase el dinero.
UN TERCERO EN LA ACCIÓN
La investigación policial determinó que una de las mujeres, Hermitas Cid, abandonó el local con Thomas M.B., su pareja de hecho, quienes viajaron en un coche de su propiedad, un Opel Corsa de color verde.
Las supuestas víctimas denunciaron los hechos al día siguiente y, por su cuenta y riesgo, optaron por quedar otra vez con una de las mujeres, Virginia Magdalena. Esta vez, la cita sería a las 21 horas cerca del Eroski que hay junto a la estación de autobuses. Toda vez que ella se percató que eran los clientes del día anterior, comenzó a correr y, según los denunciantes, perdió le bolso durante su huida. En su interior, hallaron dos resguardos de pago de alquiler emitidos por Novagalicia Banco a nombre de Jesús F.D. Este último dice que guardaba esos recibos en el pantalón antes de perder el conocimiento en el motel.
Las mujeres pasaron ayer a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos. El letrado de una de ellas, Hermitas Cid, anunció la intención de inculpar a los hombres que las acusan por un supuesto delito de denuncia falsa.
