La provincia deja atrás los fuegos con la lluvia a las puertas

Extinguido el incendio de Oímbra, estabilizado el de Cenlle y controlado el de Quins (melón)

La provincia consiguió cerrar la jornada de ayer sin incendios descontrolados tras jornadas muy duras para los equipos de extinción. Y todo ello a las puertas de un fin de semana en el que se espera la llegada de las lluvias para desactivar las alarmas, encendidas prácticamente todo el verano. La provincia ya no está al completo en riesgo extremo de incendio, aunque parte de la provincia permanece en riesgo “moi alto”, según el Índice de Risco Diario de Incendio que elabora Medio Rural. 

El incendio de San Lourenzo da Pena (Cenlle) fue estabilizado ayer a las 15,15 horas, tras haber calcinado, según la Consellería de Medio Rural, 62 hectáreas. Algunos viñedos resultaron afectados. Además, permanecía controlado el de Quins (Melón), una parroquia que ha sufrido su tercer incendio del verano. Este devoró finalmente 75 hectáreas de terreno. Por último, fue declarado extinguido en la tarde de ayer el fuego registrado en la parroquia de Bousés (Oímbra), que había entrado desde Portugal. Finalmente, los cálculos de los técnicos de Medio Rural sitúan en 96,11 hectáreas la superficie afectada. 

SUSTO EN TOÉN

En la jornada de ayer también hubo un susto para los vecinos de Puga (Toén), que vieron amenazas sus casas, aunque por poco tiempo, gracias a la rápida intervención de los servicios de extinción. Cerca de las 12,50 horas comenzaba el fuego, que preocupaba por su ubicación en una ladera escarpada. Hasta allí se trasladaron dos agentes, dos brigadas, tres motobombas, dos helicópteros y dos aviones para combatir las llamas. 

El alcalde de Toén, Ricardo González, la situación se solucionó “en minutos”, afectando, según Medio Rural, a más de una hectárea.

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