La provincia ya perdió más de 1.300 vecinos por el saldo natural

OURENSE 5/01/2023.- Arterias comerciales, Paseo.  José Paz

La inmigración se mantiene como uno de los principales frenos que reduce el acelerado descenso de población de la provincia de Ourense

Los datos de nacimientos y defunciones siguen mostrando que, de no ser por la inmigración, la población de la provincia caería a un ritmo alarmante. La diferencia entre ambos supuso que la provincia perdiera 1.313 habitantes hasta el mes de abril. Para hacerse una idea de lo que supone esta cifra, el concello de Castrelo de Miño tiene 1.315 vecinos.

Durante el mes de abril nacieron 101 ourensanos, según las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística esta semana. Junto con los de los tres meses anteriores, suman un total de 419 nacimientos en el primer cuatrimestre, algo más que los 409 del mismo periodo de 2022.

Pero también crecen las defunciones. El INE elabora una estimación semanal de los fallecimientos que refleja 387 óbitos entre las semanas 14 y 17, las correspondientes al mes de abril. Sumados a los anteriores, alcanzan un total de 1.732, más que los 1.698 del año pasado.

Con estas estadísticas, se puede estimar que la provincia perdió 1.313 ourensanos. Este saldo natural hace que la población baje a un ritmo incluso mayor que en los primeros cuatro meses de 2022, cuando cayó en 1.289 vecinos.

A lo largo del año pasado, y según estas estadísticas del INE, la diferencia entre los nacimientos (1.324) y las defunciones (4.974) hizo que la provincia perdiera 3.650 pobladores. Una sangría solo mitigada por la llegada de inmigrantes. En el primer semestre de 2022, la diferencia entre las personas que llegaron a la provincia y las que se fueron hizo sumar 1.823 habitantes.

En todo caso, si el ritmo negativo de este año continúa, el declive natural de la población llegaría a restar  más de 3.700 ourensanos. Es más de un 1% del total de habitantes que residen en la provincia.

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