Sin un proyecto industrial de entidad desde el año 2008

La instalación de T-Solar, en la parte superior derecha, fue el último gran proyecto industrial, cerrado en 2013. (JOSÉ PAZ)
photo_camera La instalación de T-Solar, en la parte superior derecha, fue el último gran proyecto industrial, cerrado en 2013. (JOSÉ PAZ)
Tener más espacio es urgente, según algunos concellos con polígono. El riesgo de fuga de inversiones es un hecho en una provincia con 13.345 afiliados a la Seguridad Social en el sector.

La carencia de suelo limita la llegada de proyectos privados solventes (aunque no sea el único factor determinante), con capacidad para generar actividad y crear una cantidad notable de empleos. Desde el año 2008 Ourense no acoge un proyecto industrial importante y tampoco en ese caso la experiencia ha sido buena. En aquel año empezó a funcionar en el Parque Tecnológico T-Solar, una fábrica de paneles solares. Se crearon casi 200 empleos y se invirtieron más de 65 millones de euros pero la empresa cerró en el 2013. 

Otras iniciativas, caso de la fallida fábrica de coches eléctricos prevista en Melón, ni siquiera se pasó de los propósitos, pese a que se prometía crear más de 1.500 empleos directos. Desde entonces la provincia gestiona su futuro industrial con lo que hay y queda a merced de que las inversiones busquen otros emplazamientos. 

Algunos polígonos, caso de San Cibrao, disponen de suelo polivalente, compatible con la llegada de empresas comerciales, no solo industriales. Fruto de ese giro urbanístico algunas firmas como Kronos anunciaron la construcción de un gran parque comercial, que aún no se ha encaminado pese a los sucesivos intentos.

La crisis también ha venido a trastocar algunos planes importantes. Sociedad Textil Lonia, que produce las colecciones de Purificación García y Ch Carolina Herrera, suspendió con la pandemia su ampliación en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar desde los actuales 58.000 metros cuadrados a los 93.400 previstos. La superficie de fábrica es en estos momentos de 42.600 metros cuadrados y pasaría a 94.000.

Los concellos con suelo empresarial hacen lo posible por captar nuevos asentamientos, pero necesitan espacio. Marta Nóvoa, concejala de Parques Empresariales de San Cibrao, destaca que la ampliación pendiente “es una demanda municipal y de los empresarios ante la escasez de suelo”. Es partidaria de disponer de parcelas “a un precio razonable” que permita atraer inversiones “de cierta entidad”. Valora “muy positivamente la buena disposición de la Xunta” con este proyecto. 

Este municipio es desde hace más de tres años “Concello Doing Business o Concello Emprendedor, lo que facilita el asentamiento con la rebaja e incluso la supresión de impuestos de construcción, IBI o IAE  por tres años”, indica.

El sector industrial es uno de los puntales de la actividad de la provincia, pese a que soporta el sambenito de que el gremio es irrelevante. En abril de este año la afiliación a la Seguridad Social alcanzó la cifra de 13.345 cotizantes, su mejor dato desde comienzo del año, pese a la crisis de los suministros en varios sectores. De ellos, 1.752 eran autónomos y 12.593 empleados por cuenta ajena. Es decir, en torno a un 13% de todos los inscritos en el sistema público están adscritos a la industria.

Su dinamismo también se ve en los accesos a las empresas. En mayo, de los 5.278 contratos que se hicieron en la provincia, 964 eran de empresas industriales, el segundo grupo más importante después de los 3.864 del sector servicios. Solo aumentando la disponibilidad de suelo se pueden captar más empresas o ampliar las existentes para mejorar estos indicadores.  

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