Política

El PSOE de Ourense, pesadilla antes de Navidad

Adolfo Pérez Abellás, al frente; Carmen Dacosta, exportavoz municipal, y J.R. F. Morgade, laminado
photo_camera Adolfo Pérez Abellás, al frente; Carmen Dacosta, exportavoz municipal, y J.R. F. Morgade, laminado
Los socialistas cambian la ejecutiva del partido más votado en una capital de provincia, implosionan y sacanadelante una gestora que algunos militantes ya avanzan que van a recurrir: la paz dice adiós

Y la pax social del PSOE local ha estallado por los aires tras meses de tregua. Acostumbrados como tienen a los ourensanos a las continuas batallas de poder internas, debido a la existencia de múltiples familias –imposibles de identificar ya hoy en día– y que han terminado por dejar a la agrupación local dirigida por una gestora, encabezada por el actual diputado en el Congreso por la provincia, Adolfo Pérez Abellás.

Esta decisión, tomada en la última hora del miércoles, viene a poner solución a la implosión de la pasada semana, cuando la dimisión de más de la mitad de los miembros de la ejecutiva provocó un terremoto interno y laminó la figura de José Ramón Fernández Morgade en la dirección local.

Los dimisionarios, todos ellos cercanos a las ejecutivas gallega y provincial y, por ende, a Gonzalo Caballero y Rafael Villarino, rompieron los esquemas en una formación que durante los dos últimos comicios estatales ha conseguido situarse como la fuerza más apoyada en una ciudad. 

"Lo que más sorprende es que dos de los dimisionarios estén en la gestora, eso no deja de sorprenderme", señalaba ayer Morgade, despedido del cargo de forma fulminante, que aun así, deseaba "suerte" y pedía que se convocase "cuanto antes" una asamblea para "recuperar la normalidad". 

Lleva meses carburándose el cabreo interno entre los socialistas de la ciudad, ya que no son pocos los que cuestionan la forma de llevar la oposición en la ciudad. Pese a ello, tanto Villarino como sus más afines pueden presumir de haber recuperado el liderato en la urbe y haberse impuesto con solvencia en los últimos tres procesos electorales.

Villarino se limitaba a decir ayer que esta nueva gestora "segue os cauces establecidos" y señala que en los plazos estipulados (90 días) tendrá que convocar una asamblea, que "redunde no beneficio dun partido que non ten teito e que ten marxe de mellora ante un pacto de vergoña de PP e DO".

La decisión todavía debe ser refrendada por Ferraz, algo que parece un mero trámite, y que colocará a Abellás con la difícil labor de hacer frente a lo que todos denomina como "lío interno" y que ha acabado por laminar los restos del denominado "paquismo", en torno a la figura del exalcalde Francisco Rodríguez, muy alejado de las tesis de Villarino, como dejó claro en una entrevista en este periódico. 

Entre los vocales elegidos resaltan tres nombres. Los dos de los dimisionarios de la semana de la ejecutiva, Javier Rey y Miguel Ojea –que han sorprendido a muchos– y el de Carmen Dacosta, uno de los pesos pesados históricos del paquismo y actual parlamentaria.

En plena vorágine, queda por ver cómo se resuelve el embrollo, pues una parte importante de la agrupación local sigue tildando la disolución de la ejecutiva de "antiestatutaria" y critican el nombramiento "digital" de la gestora. 

¿Por qué lo ven ilegal? Porque se sacó con 17 votos a favor  y 2 en contra en segunda convocatoria (solo asistieron 19 de 39), sin conseguir la tan ansiada unanimidad. "17 del rural bajo la dirección de Gonzalo Caballero se cargan la ejecutiva de la segunda agrupación de Galicia, tras la de Vigo", indicaban ayer algunos de los militantes cabreados, que ya avanzaban que presentarán un recurso formal contra la decisión y que exigirán una "asamblea urgente" que, por si no es convocada, ya se está "autoconvocando". Parece que queda tela por cortar.

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