Uno de los últimos delitos cometidos a través de la Red que llegó a la Justicia ourensana fue el que cometió presuntamente Carlos A.L., de 35 años, un vecino de Ourense a quien la Policía Nacional arrestó como el supuesto autor de dos delitos, uno de amenazas y otro contra el derecho a la intimidad. Fue detenido el pasado día 4 de agosto por usurpar la identidad de una mujer de 30 años -conocida suya- en las redes sociales (Facebook y Tuenti) y por publicar fotos de ésta semidesnuda en internet.
Al parecer, el arrestado, que quedó en libertad tras declarar ante el juez de guardia, decidió hacer públicas las fotografías en las mencionadas redes sociales después de que la mujer se negara a tener una cita con él.
La acosó durante más de seis meses, desde principios de este año, tiempo durante el que, además, le habría enviado distintos mensajes de carácter intimidatorio al teléfono móvil.
Al parecer, la propia mujer habría proporcionado diversas contraseñas, entre ellas las de su cuenta de correo electrónico, con el objetivo de que Carlos A.L. tuviera acceso vía telemática a un impreso. A raíz de ello, no obstante, según fuentes de la investigación consultadas, el detenido, ahora en libertad, pudo apropiarse del material gráfico que posteriormente publicaría en la Red.
Asimismo, Carlos A.L. también llegaría a proporcionar datos de contacto de la víctima, junto con alguna imagen suya, en una página de contactos de internet a través de un anuncio que publicitaba servicios de carácter sexual.
La acosó durante más de seis meses, desde principios de este año, tiempo durante el que, además, le habría enviado distintos mensajes de carácter intimidatorio al teléfono móvil.
Al parecer, la propia mujer habría proporcionado diversas contraseñas, entre ellas las de su cuenta de correo electrónico, con el objetivo de que Carlos A.L. tuviera acceso vía telemática a un impreso. A raíz de ello, no obstante, según fuentes de la investigación consultadas, el detenido, ahora en libertad, pudo apropiarse del material gráfico que posteriormente publicaría en la Red.
Asimismo, Carlos A.L. también llegaría a proporcionar datos de contacto de la víctima, junto con alguna imagen suya, en una página de contactos de internet a través de un anuncio que publicitaba servicios de carácter sexual.
