Puertas abiertas: “Máis que tomar algo, necesitabamos reunirnos"

Carballo: “Máis que tomar algo, necesitabamos reunirnos" Para los responsables del bar Carballo, más allá del hecho de tomar una consumición, "a xente necesitaba un sitio onde reunirse". Por eso, se muestran optimistas con la recuperación de la normalidad y, desde el día 25 de mayo, han reabierto sus puertas. "A verdade é que tivemos xente dende o primeiro día, porque unha cervexa pódela comprar no supermercado, pero os clientes tiñan a necesidade de volver estar xuntos". Para los propietarios del local situado en la avenida de Buenos Aires, la cuarentena supuso "un parón nas nosas vidas, como se desapareceramos e por iso necesitabamos reunirnos". Así lo han ido viviendo al tiempo que la vida iba retomando su rumbo. Ahora, con la llegada de la nueva normalidad, han recuperado servicios como el de barra, puesto que "aínda que hai clientes de todo tipo, a maior parte da xuventude é de barra". O pereiriña: La terraza sigue siendo el lugar preferido de los clientes En Barbadás, el bar y tapería O Pereiriña decidió esperar hasta el lunes, día 25 de mayo, para reabrir sus puertas. Desde entonces, han ido viendo cómo la actividad se va incrementando día a día, a medida que los clientes van superando el confinamiento y asumiendo las costumbres de la nueva normalidad, para lo cual desde el local ayudan ofreciendo desinfectantes para los clientes. "Vai pouco a pouco, agora hai máis movemento", explican desde el establecimiento. Aunque la reapertura del servicio de barra ha supuesto una mejoría para el sector de la hostelería por la costumbre de muchos clientes de consumir en ella, la terraza sigue siendo el lugar preferido de los vecinos. "Temos catro mesas fóra e a verdade é que están funcionando ben". De este modo, los responsables de O Pereiriña afrontan la nueva normalidad con buenas expectativas. El pato rojo: “Todavía falta gente de siempre que aún no vino" La juventud es quien mejor está respondiendo a la reapertura de la hostelería, según están percibiendo desde los diferentes establecimientos ourensanos. También en El Pato Rojo notan que son los más jóvenes quienes regresan con más ansia a los bares. "Falta gente que aún no vino, de los clientes de siempre", explican. Especialmente se refieren a los de mayor edad, entre quienes perciben "mucho miedo". Con todo, desde el bar, que funciona también como merendero, se muestran optimistas con las próximas semanas y han retomado costumbres como la de acompañar las consumiciones con pulpo los domingos. Es en las horas próximas al mediodía o a última hora de la tarde cuando más actividad perciben, señales de que la normalidad se va reinstalando poco a poco. Desde El Pato Rojo animan a los clientes a regresar a su establecimiento. Central Park: Preparando una fiesta para celebrar la desescalada Desde el bar Central Park de Amoeiro tienen unas "buenas expectativas para tratar de volver a la antigua normalidad", la que tenía a los bares como punto de encuentr. Por el momento, la recuperación "va yendo", si bien echan en falta todavía a los clientes de mayor edad, que en lugares como Amoeiro son un pilar importante para la hostelería. El proceso de desescalada y el avance de fases van, poco a poco, devolviendo la actividad al establecimiento, donde no quieren dejar pasar la ocasión para celebrar los cumpleaños de aquellos vecinos que hayan cumplido durante el confinamiento. Para ellos y para cuantos deseen acercarse, "dentro del aforo permitido", están organizando dos fiestas con todas las medidas de seguridad e higiende necesarias, que estarán amenizadas por "The Impossiblues" el 11 de julio y por "Ginger's Covers", el 18 de julio. Casa Lola: Los primeros días después de reabrir “fueron muy movidos" La Casa Lola es un lugar de comidas que trabaja sobre todo por encargo y que decidió regresar a su actividad el 11 de mayo con la reapertura de las terrazas. "Los primeros días fueron muy movidos, ahora hay más normalidad", señal de que la gente tenía ganas de regresar a sus bares. También ellos notan cierto "miedo en la gente mayor", a la que notan que les cuesta más entrar a los establecimientos. No obstante, notan a la clientela "animada" en general y aseguran que el ritmo de trabajo se está acercando a cómo era antes de la cuarentena. En Casa Lola afrontan el proceso de desescalada con ilusión por volver lo antes posible a la normalidad y seguir ofreciendo los platos del día y los menús elaborados con productos autóctonos de manera tradicional y casera. Para ello, han adaptado su espacio pensando en la seguridad de los clientes.