Uno de los proyectos más atractivos de la Feria Tecnológica Galiciencia es un 'hovercraft' que te ofrece la sensación de volar
Para llegar a la meta hay que atravasar todo un camino de obstáculos y pruebas. Que se lo digan a las pequeñas Carla Padrón y Anne Capilla. Estas dos jóvenes científicas trasladaban su invento desde la carpa de Galiciencia al exterior para probarlo.
"Hemos pensado en ayudar a las personas y prevenir las lesiones de espalda con este 'hovercraft'. Los materiales con los que hemos contado ha sido madera, una lona, cinta aislante y un motor con un conductor de aire", después de esta breve explicación se disponían a probar el invento.
Erraron en su primera demostración ante la expectación de los asistentes. Rápidamente, repararon en que la lona se había roto por la presión que ejercía su compañera encima del aerodeslizador. Lejos de angustiarse y preocuparse, estas dos intrépidas científicas corrieron por la cinta aislante para tapar la salida de aire e intentarlo de nuevo.
"Dejemos de probarlo aquí, probemos en el césped", resolvieron el problema pero la demostración seguía sin salir. Probaron con diferentes escolares cada cual más pequeño, pero la presión que ejercía el aerodeslizador era insuficiente para emprender el vuelo.
"Lo sentimos", dijeron Carla y Anne. Los espectadores se retiraban hacía la carpa, mientras las jóvenes decían: "¿Qué hora es?". "Las doce y media le respondieron".
"Tenemos hasta las cinco para cambiar la lona y probar de nuevo. Sino hay que buscar una alternativa para que nos salga", comentaban nerviosas. Y con su invento a cuestas entre las dos, entraron a la carpa y se pusieron manos a la obra. En el siguiente acto ante los asistentes no podían fallar. Optimistas e inconformistas, Carla Padrón y Anne Capilla, dejaron su bocadillo para acabar cuanto antes la reparación.
