ave a ourense

El ramal de conexión de Taboadela, listo en agosto

Vecinos observan el avance de las obras en la estación de San Francisco, en mayo (JOSÉ PAZ).
photo_camera Vecinos observan el avance de las obras en la estación de San Francisco, en mayo (JOSÉ PAZ).

El pasillo ferroviario provisional hasta la estación de Ourense no se terminará hasta 2020

Mientras comienzan los trabajos para el montaje de la vía en aquellos subtramos de la provincia de Ourense que ya están terminados, que como se señaló en la página anterior son todos salvo el que separa Cerdedelo de Prado, con 2.303 metros de longitud y dos complejos viaductos para salvar el arroyo Teixeiras, en las inmediaciones de Ourense se apuran los trabajos para crear un corredor provisional por el que lleguen los trenes de alta velocidad a la estación del Empalme mientras no se ejecuta la variante exterior. 

Dicho corredor está formado por un ramal de aproximadamente dos kilómetros que conecta la traza de alta velocidad con la línea convencional que viene desde Zamora y que actualmente utilizan los trenes diurnos que van a Madrid, y los últimos 14 kilómetros de esa línea convencional, desde la estación de Taboadela a la de Ourense. 

Para la creación de ese corredor ferroviario fueron adjudicados cuatro contratos: Comsa fue la adjudicataria de las obras de construcción de la plataforma del ramal en marzo de 2018, con un plazo de ejecución de 12 meses, si bien no estará terminado hasta el mes de agosto. Las ourensanas Copasa y Cosfesa se ocupan de convertir los 14 kilómetros de ancho convencional en un pasillo ferroviario apto para la circulación de trenes de ancho estándar de alta velocidad y trenes de ancho ibérico y las empresas pontevedresas Taboada y Ramos y Civis Global tienen a su cargo las actuaciones complementarias. El cuarto contrato se ocupa de montar el cambiador y la vía en el ramal. Estos cuatro contratos está previsto que finalicen sus trabajos el primer trimestre de 2020.


En octubre habrá una nueva interrupción del tráfico ferroviario


Los 16 días de corte de circulación que se produjeron en el mes de mayo, dos más de los previstos inicialmente, sirvieron para rebajar la plataforma en los túneles y acometer algunas obras tanto en el viaducto como en la plataforma que, resultarían inviables trabajando exclusivamente en la banda de mantenimiento, que son poco más de cinco horas en horario nocturno, el tiempo que la vía queda libre de circulaciones.

El cambio de balasto, traviesas y el montaje de una vía con tres carriles, así como los trabajos complementarios, como el vallado y la modificación de pasos elevados se irá ejecutando al ritmo obligado por ese turno de noche hasta el próximo mes de octubre en el que se volverá a cortar la circulación de la línea, para afrontar nuevas actuaciones que precisan de una continuidad en su ejecución más allá de las cinco horas diarias.

La creación del pasillo ferroviario entre Taboadela y Ourense no es una obra que se caracterice por una gran dificultad técnica, pero sí entraña una notable complejidad por las limitaciones que impone el hecho de que haya que realizarla sobre una línea por la que circulan a diario doce trenes de viajeros y varios de mercancías. Aún así, la evolución de estos trabajos se encuentra en la línea de los objetivos que Adif Alta Velocidad se había marcado.

Te puede interesar