La Policía realizó una nueva inspección ocular en el domicilio de Socorro Pérez y realizó fotografías
La bajada del nivel del río, tras el cierre de las compuertas de la presa de Velle, dejó al descubierto piedras y maleza, pero ningún rastro de Socorro Pérez, la vecina de O Couto desaparecida el pasado sábado tras salir a hacer deporte por la tarde. Entre las tres y seis de la tarde, el nivel del río se situó en los 0,23 metros en el punto de medición que tiene habilitado la Confederación Hidrográfica Miño-Sil a 800 metros del embalse, bajando así más de dos metros con respecto a las horas previas. Tampoco el helicóptero de la Policía Nacional, desde el aire, halló nada relevante para dar con el paradero de la mujer.
En la jornada de ayer se desplegó una búsqueda masiva por el entorno del Miño durante cuatro horas en el que tomaron parte más de 60 personas. El técnico de Protección Civil Manuel Fernández explicó que, en total, "medio centenar de voluntarios" colaboraron en el operativo "desde la presa de Velle a Santa Cruz de Arrabaldo". Además, varias embarcaciones peinaron el río en la zona próxima a Arrabaldo hasta Castrelo.
Pese a todo, los investigadores no cejan en su empeño de encontrar a Socorro Pérez y proseguirán con el rastreo del río durante lo que queda de semana.
Paralelamente, la Policía Nacional inspecciona las cámaras de seguridad, con visión exterior, de los establecimientos situados entre el barrios de Vistahermosa, en donde la mujer tomó algo con un conocido, y su vivienda, en la calle Álvarez de Sotomayor, en O Couto.
Esta información, que sitúa a la mujer fuera de las márgenes del río, motivó por parte de efectivos de la Policía Judicial que retornaran de nuevo al piso de Socorro Pérez. Los agentes realizaron al mediodía de ayer una nueva inspección ocular en presencia del padre de la mujer. No sólo examinaron papeles y documentación sino que realizaron fotografías, según confirmó la familia.
Hoy se cumplen seis días de la desaparición de esta vecina de O Couto. La familia, según indicó su portavoz, Jesús María Pérez, ya se muestra pesimista sobre el desenlace. "Según van pasando los días, la angustia y la incertidumbre van aumentando", aseguró ayer a este diario.
