Sucesos

Reanimación in extremis de un policía y un bombero a un obrero en Ourense en parada

Lugar en el que tuvo lugar el incidente (Foto: José Paz).
photo_camera Lugar en el que tuvo lugar el incidente (Foto: José Paz).
La intervención de varios efectivos permitió reanimar y sacar con vida al trabajador más afectado por inhalación de monóxido de carbono

Dos policías nacionales y un bombero, que estaban de servicio ayer cuando dos operarios se intoxicaron con monóxido de carbono en una obra en Marcelo Macías, lograron mantener con vida al que estaba más grave  con técnicas de reanimación.

Los agentes llegaron a las 18,00 horas. Poco antes, uno de los tres obreros que trabajaba en el bajo comercial salió corriendo y pidió auxilio porque su compañero se había quedado inconsciente. Los policías entraron y se toparon con una gran nube de humo blanco y un fuerte olor a gas. La visibilidad era escasa pero escuchaban gritos de auxilio: “¡Ayuda, por favor!”. Procedían de la entreplanta. Echaron a correr hasta allí y localizaron a tres trabajadores muy afectados. 

Uno de ellos estaba tumbado, inconsciente, otro a punto de derrumbarse y un tercero intentando dar aire al segundo. Los agentes, mareados y con náuseas, lo vieron desplomarse al llegar. Comenzó a decir incoherencias sin parar. Entonces,  lo agarraron de brazos y piernas y lo sacaron de allí. Lo pusieron sobre la acera y uno de los policías permaneció con él sujetándole la cabeza  hasta que llegó la ambulancia.

Su compañero volvió al interior del edificio para socorrer al otro inconsciente. Abrió dos ventanas del pequeño habitáculo y gritó al otro hombre que saliese de allí.  Él se quedó con el operario a la espera de más ayuda. 

Al rato, aparecieron dos bomberos con mascarillas de oxígeno. Entre los tres actuantes trataron de sacar al afectado cargándolo en brazos, pero fueron incapaces porque tenía sobrepeso. Lo dejaron en las escaleras junto a una ventana y lo único que pudieron hacer fue tratar de reanimarlo. Mientras el agente realizaba la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), el bombero le colocó su propia mascarilla de oxígeno. 

Así,  mantuvieron la maniobra hasta que llegaron más bomberos con una camilla. Lo hicieron llegar a la ambulancia y fue trasladado, en estado muy grave, al CHUO. 

Tras salvar a las víctimas, midieron el oxígeno que había en aquel bajo y los valores marcaron un elevado valor de CO2, totalmente incompatible con la vida humana. 

Además, también tuvieron que asistir a los vecinos del primer piso del edificio, ya que uno de ellos había comenzado a vomitar.

Las patrullas continúan sin tener desfibriladores 

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) del Cuerpo Nacional lleva cuatro años pidiendo la instalación de desfibriladores en las patrullas, como ya poseen algunas de las que conducen los agentes de la Local. Sin embargo, desde la Comisaría su petición no fue atendida.

El último escrito fue respondido el pasado febrero. El SUP  emitió nuevamente su demanda: “Se reitera la conveniencia de dotar, al menos a un vehículo por turno, de un desfibrilador que pudiese incrementar las posibilidades de respuesta urgente ante una parada cardiorrespiratoria, mientras no se personan los servicios sanitarios”.  A ello, la Secretaría del Consejo de Policía les contestó que “la Policía Nacional  constituye un servicio público de atención al ciudadano, no sanitario”. 

Desde el sindicato, alegan que su tiempo de llegada a sucesos como los infartos de estos días ha sido mínimo y que con estos aparatos y la formación adecuada -que también solicitan- podrían salvar vidas. 

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