Un hombre en estado muy grave por una intoxicación de gas en Ourense

El servicio de Emergencias ha comunicado que un obrero que se encontraba trabajando en la calle Marcelo Macías de Ourense quedó inconsciente por la intoxicación con monóxido de carbono

Dos policías nacionales y un bombero, que estaban de servicio ayer cuando dos operarios se intoxicaron con monóxido de carbono en una obra en Marcelo Macías, lograron mantener con vida al que estaba más grave con técnicas de reanimación.

Los agentes llegaron a las 18,00 horas. Poco antes, uno de los tres obreros que trabajaba en el bajo comercial salió corriendo y pidió auxilio porque su compañero se había quedado inconsciente. Los policías entraron y se toparon con una gran nube de humo blanco y un fuerte olor a gas. La visibilidad era escasa pero escuchaban gritos de auxilio: “¡Ayuda, por favor!”. Procedían de la entreplanta. Echaron a correr hasta allí y localizaron a tres trabajadores muy afectados. 

Uno de ellos estaba tumbado, inconsciente, otro a punto de derrumbarse y un tercero intentando dar aire al segundo. Los agentes, mareados y con náuseas, lo vieron desplomarse al llegar. Comenzó a decir incoherencias sin parar. Entonces,  lo agarraron de brazos y piernas y lo sacaron de allí. Lo pusieron sobre la acera y uno de los policías permaneció con él sujetándole la cabeza  hasta que llegó la ambulancia.

Su compañero volvió al interior del edificio para socorrer al otro inconsciente. Abrió dos ventanas del pequeño habitáculo y gritó al otro hombre que saliese de allí.  Él se quedó con el operario a la espera de más ayuda. 

Al rato, aparecieron dos bomberos con mascarillas de oxígeno. Entre los tres actuantes trataron de sacar al afectado cargándolo en brazos, pero fueron incapaces porque tenía sobrepeso. Lo dejaron en las escaleras junto a una ventana y lo único que pudieron hacer fue tratar de reanimarlo. Mientras el agente realizaba la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), el bombero le colocó su propia mascarilla de oxígeno. 

Una posible fuga de gas en la calle Marcelo Macías
Una posible fuga de gas en la calle Marcelo Macías

Así,  mantuvieron la maniobra hasta que llegaron más bomberos con una camilla. Lo hicieron llegar a la ambulancia y fue trasladado, en estado muy grave, al CHUO. 

Tras salvar a las víctimas, midieron el oxígeno que había en aquel bajo y los valores marcaron un elevado valor de CO2, totalmente incompatible con la vida humana. 

Además, también tuvieron que asistir a los vecinos del primer piso del edificio, ya que uno de ellos había comenzado a vomitar.

Monóxido de carbono, el "asesino silencioso"

El monóxido de carbono, conocido como el “asesino silencioso” es un gas altamente tóxico y muy peligroso para la salud. Aunque es posible detectarlo, es complicado ya que es incoloro, inodoro e insípido y no produce irritaciones, por lo que su presencia no es realmente perceptible hasta que es demasiado tarde.

Sus principales fuentes son elementos del hogar que funcionan mal, realizando malas combustiones. Como consecuencia de una combustión normal se producen varios residuos, entre ellos, dióxido de carbono. En caso de que el combustible, ya sea gas, carbón o petróleo, no se queme adecuadamente, dará lugar al peligroso monóxido.

Las patrullas continúan sin tener desfibriladores

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) del Cuerpo Nacional lleva cuatro años pidiendo la instalación de desfibriladores en las patrullas, como ya poseen algunas de las que conducen los agentes de la Local. Sin embargo, desde la Comisaría su petición no fue atendida.

El último escrito fue respondido el pasado febrero. El SUP  emitió nuevamente su demanda: “Se reitera la conveniencia de dotar, al menos a un vehículo por turno, de un desfibrilador que pudiese incrementar las posibilidades de respuesta urgente ante una parada cardiorrespiratoria, mientras no se personan los servicios sanitarios”.  A ello, la Secretaría del Consejo de Policía les contestó que “la Policía Nacional  constituye un servicio público de atención al ciudadano, no sanitario”. 

Desde el sindicato, alegan que su tiempo de llegada a sucesos como los infartos de estos días ha sido mínimo y que con estos aparatos y la formación adecuada -que también solicitan- podrían salvar vidas. 

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