El presidente de la Diputación volvió a mostrar su apoyo a la titulación reivindicada, que apoyó desde un principio
La decisión adoptada el lunes por el Consello Galego de Universidades de posponer la implantación del grado de Ingeniería Física en el Campus de Ourense derivó ayer en un cruce de explicaciones y acusaciones entre la Universidad de Vigo y la Xunta de Galicia. La plataforma pública en defensa de la titulación, mientras, mantenía una reunión de urgencia para planificar medidas y movilizaciones que permitan variar la situación y lograr esa titulación para el espacio universitario ourensano.
En el fondo, dicen, el rechazo del Colegio de Ingenieros y de las universidades de A Coruña, y sobre todo de la de Santiago, a la implantación del título, que colisionaría con sus intereses; algo, intereses "políticos", que rechazó ayer la Xunta en un comunicado. Por la mañana, el presidente de la Diputación, el popular Manuel Baltar, que siempre mostró su respaldo público a Física, declaró, en una escueta manifestación que la institución "dende un primeiro momento foi coherente na defensa desa titulación e a coherencia vaise seguir amosando".
Para el rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, no hay duda de que "dende a Universidade fixemos todo o que se podía. Para nós era posible aprobar a titulación, aún estando pendentes da verificación da Asug, pero a Consellería ante as dudas das Universidades de A Coruña e Santiago decidiu o aplazamento".
Mato destacó que "as recomendacións de Asug apenas tocan o plan de estudos e apenas fan recomendación de cambio,só o nome, polos posibles, digamos, inconvintes de denuncias no futuro, como medida preventiva".
El rector se mostró convencido de que esta "é unha decisión política non académica, e supoño que veu dada pola posición contraria das outras dúas universidades. Pero me nego a considerar que non vaiamos ter esta titulación para Ourense, porque vai aumentar a capacidade de desenvolvemento do Campus ourensán. Só vai ser, como moito, un pequeno retraso dun ano, que nos permitirá, por poñer unha nota positiva, unha planificación mellor para a posta de largo".
El profesor de Física del Campus Claudio Cerdeiriña, impulsor de la implantación del grado, aseguraba ayer, desolado, que estaba convencido de que se iba a aprobar "porque el rector lo daba por hecho" y realizaba un pequeño resumen de las vicisitudes de este grado. Porque la nueva titulación, dijo, fue avalada por la Universidad de Vigo a finales de 2013 y el 21 de enero la Xunta dio el visto bueno al considerar que es un título pertinente social y económicamente para la ciudad; sólo quedaba, pues, la evaluación técnica. Pero el 12 de mayo la Universidad recibió el informe de la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug), un informe "muy pobre y con argumentos muy débiles y absurdos", a su juicio, en el que se insiste en un cambio de nombre "y lo aceptamos; pensamos en Física para las nuevas tecnologías. Lo cambiamos y ahora dicen que el problema es el nuevo nombre".
