La duración de la pandemia puede producir un efecto de rutina. Y, uno de sus efectos, es asimilar los muchos datos como si fuesen simplemente números. Los contagiados, los fallecidos y, también, los ingresados. Pero detrás de cada cifra hay una historia. Sin excepción. Y la provincia de Ourense ha tenido centenares de pacientes ingresados por covid en sus hospitales. Una parte, en la UCI. Y el primero fue Luis García. Era el inicio de la pandemia. Más dudas que certezas y el miedo a lo desconocido muy presente. Ha pasado un año. Luis está bien y lo está, en gran parte, por la atención médica. Esta mañana tocó el reencuentro entre paciente y sanitarios. 12 meses después y ahora que, parece, la pandemia enfilaría su recta final (larga todavía, pero final) si nada se tuerce.
Un reencuentro emotivo entre un hombre y un equipo que ya estarán ligados para siempre.