Regreso al aula, con precaución

photo_camera Los alumnos de cuarto de la ESO ocuparon el salón de actos para la presentación. (FOTOS: JOSÉ PAZ)
Los corrillos de chavales con cara de resignación por la vuelta a clase eran la estampa en la entrada del IES Blanco Amor. Los protocolos covid volvieron a ser los grandes protagonistas en el regreso a las aulas de la ESO y Bachillerato.

Este miércoles volvían a clase los cerca de 12.000 alumnos ourensanos de ESO y Bachillerato, y la imagen contrastaba claramente a la vivida hace escasamente una semana se vio con los más pequeños. A la ilusión de los niños de primaria dejó paso a la resignación de los adolescentes por la vuelta a las aulas. “No tengo ilusión por volver, en verano se vive muy bien”, aseguraban varios jóvenes que esperaban a que diesen las diez de la mañana para asistir a la presentación de este nuevo curso 2021-22, el segundo protagonizado en gran medida por los protocolos contra los contagios de coronavirus. En el primer día, la vuelta a la rutina y “los madrugones” se imponían al siempre positivo reencuentro con los compañeros.

Además de en las puertas de los institutos, la vuelta a clase de ESO y Bachiller pudo apreciarse también en las calles de la ciudad, sobre todo en los puntos cercanos a los institutos. Durante los momentos previos a la entrada, multitud de coches paraban en la puerta del instituto para acercar a los estudiantes. Aun así, la amenaza de lluvia no evitó el tradicional goteo de jóvenes que deambulaban distraídos hacia sus centros por las calles de la ciudad.

Sara Sánchez, de cuarto de la ESO, asegura que “no tenía ningunas ganas de volver a clase”. Del curso espera “que no sea ni fácil ni difícil” y que volverá a estar muy marcado por los protocolos covid. Su compañera, Carolina Peña, tampoco tenía ganas de un nuevo curso. Sobre el covid y el año académico, espera que sea “más fácil que el curso pasado, porque ya estamos más acostumbradas a todo”. Por último, Valeria Calleja, asentía con sus compañeras y espera tener un “curso un poco más relajado, ya que el año que viene pasamos a Bachiller y creo que va a ser más complicado”.

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Una vez dentro, como en el curso pasado, el covid volvió a ser el protagonista principal. Los alumnos de cuarto de la ESO ocuparon todos el salón de actos del Blanco Amor y la dirección del centro expuso las medidas que se tomarán para mantener las distancias a lo largo del curso y algunos itinerarios de entrada y salida, o para los recreos. “Las medidas son muy parecidas a las del año pasado, y si ya las hemos cumplido bien, podemos volver a hacerlo”, explicaban los profesores.

“Aunque ya estemos vacunados, no queremos perder eficacia de la vacuna por exponernos a situaciones de riesgo de contagio”, se escuchaba por los altavoces del salón de actos. Una vez terminado el discurso, cada grupo siguió a su tutor hasta su aula, donde, nada más llegar, cada uno quitó su silla de encima del pupitre. Posteriormente, se abrieron las ventanas y cada tutor inició su discurso de bienvenida, explicando el funcionamiento de la clase a unos grupos todavía reducidos y que mantienen la distancia de seguridad entre mesas.

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