El Ministerio Fiscal pasó en un año de acusar a 158 ourensanos por circular sin carné, a imputar a 270, de los que 52 repetían esa infracción

Los reincidentes cometen el 19% de los delitos de tráfico

Control de tráfico en Piñeira Seca.
El mapa de los delitos relacionados con la circulación viaria deja una huella que lejos de ir a menos año a año, se incrementa.
Esa pegada en el asfalto es la del individuo que reincide en el delito. La reiteración en la actividad delictiva como circunstancia agravante de la responsabilidad penal es una canción cada vez más repetida en los juzgados de la provincia Al punto, que de cada 100 personas contra las que la Fiscalía de Ourense dirige su acusación, un 19 por ciento ya han estado relacionados anteriormente con una embestida sobre el Código Penal en materia de tráfico rodado. Es el tanto por ciento de aquellos para quienes la experiencia no es un grado, sino un factor de desmemoria.

Nada como acudir al calor que en ocasiones emana de los gélidos e impasibles datos: de los 1.097 delitos contra la seguridad vial calificados en el último año por el Ministerio Fiscal, en 204 estuvieron implicadas personas que con anterioridad ya habían atentado contra las leyes que rigen el tráfico. En alguna medida, aquellos conductores con antecedentes tienen una alta probabilidad de regresar al tipo delictivo para repetir la infracción.

Las reincidencias más comunes se produjeron sobre el artículo 379 del Código Penal, aquel que sanciona a quien conduce a una velocidad superior en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 en vía interurbana, así como a quienes lo hacen bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas en una medida superior en aire espirado a 0,60 miligramos por litro. En estas circunstancias, de las 655 acusaciones formuladas por los fiscales de la provincia de Ourense, 89 de ellas estuvieron dirigidas contra conductores que ya habían flirteado con este tipo penal anteriormente, y no tomaron suficiente nota. Ourense viene de ser escenario, en los últimos días, de una de esas infracciones -relacionadas con el exceso de velocidad- que permanecen en la memoria. Un conductor novato fue cazado por un radar de la Guardia Civil, a la altura de Ribadavia, cuando circulaba a 184 kilómetros por hora, cuando por su condición de novel la velocidad máxima le está restringida a 80 kilómetros por hora. El juez, sin embargo, no consideró delictiva su maniobra haciendo uso de la jurisprudencia de la Audiencia de Ourense, que entiende que el Código Penal no discrimina las velocidades máximas de los noveles y los veteranos. El Ministerio Fiscal, en todo caso, recurrirá la decisión del juez de Ribadavia.

Tan o más preocupante, en términos porcentuales, es la reincidencia que se produce en torno al artículo 384, que penaliza a aquellas personas que manejan un vehículo sin estar en posesión del carné de conducir, ya porque nunca han obtenido la licencia, o porque están privados de la misma por una decisión judicial anterior. En este apartado, todos los datos causan alarma: desde los 52 conductores que reincidieron en el tipo delictivo, como las 270 calificaciones por conducir sin carné que el pasado año elaboró el Ministerio Público, y que representan un incremento del 70 por ciento respecto al ejercicio anterior. Es decir, se pasó de acusar a 158 personas, a apuntar hacia a 270.

Pero aún existe un campo más propicio para la reincidencia: los quebrantamientos de condena. De las 72 acusaciones que la Fiscalía dirigió contra este tipo comportamientos, en 56 casos se encontraron con personas que ya habían delinquido en ese escenario.

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