La edil, que confirmará hoy su marcha, aseguró que sólo buscó el interés de los ciudadanos
La todavía concejala de Urbanismo e Infraestructuras de Ourense, Aurea Soto, se va del Concello forzada por la estricta aplicación del código ético del Partido Socialista y porque el momento en el que el juez ha decretado la apertura del juicio oral contra ella por prevaricación es especialmente sensible, un año doblemente electoral, y la dirección federal del PSOE mandó apurar la renuncia, para garantizar ejemplaridad y transparencia. En esa situación, la edil, que ya no se iba a sentar en el banquillo como concejala socialista pero que contaba con manejar los tiempos para esa salida, anunciará hoy a las 12,30 horas que abandona su escaño.
Todavía el viernes, Aurea Soto, al conocer el auto judicial, precisaba a este periódico que su situación no cambiaba, que se iría pero poco antes de la fecha de la vista; sin embargo, los contactos entre las ejecutivas federal y autonómica en las últimas horas del viernes y primeras del sábado fueron determinantes para el cambio de estrategia.
Desde Ourense se intentó mantenerla en el cargo, con argumentos como la importancia que tiene para la ciudad la tramitación de los asuntos de su departamento -el PXOM o el desarrollo termal-. Pero el sábado por la mañana, la secretaria de Organización del PSdeG, Pilar Cancela, confirmaba la inminente marcha de Soto, fijando incluso el día de hoy como la fecha en la que entregaría su acta de edil al alcalde y al grupo municipal. Cancela atribuía después a la propia Soto la iniciativa, alegando que la llamó para poner su cargo a disposición.
Así, conocida la decisión del partido sobre su inminente futuro político, Aurea Soto dedicó el fin de semana a planificar su declaración pública de hoy.
Con todo, avanzó tras las insistentes llamadas de los medios de comunicación que no se arrepiente de la gestión que realizó al frente de Urbanismo porque, y así lo había manifestado ya el mismo viernes, su objetivo no fue otro que el de defender a los ciudadanos. "Y volvería a hacerlo aunque se produjese esta misma situación", dijo entonces. La todavía concejala había precisado que al irse lo haría "con la cabeza muy alta" porque su gestión se realizó en beneficio de los ciudadanos, nunca del suyo propio; y, desde luego, contra "los que se han creído con más derechos e hicieron lo que quisieron" hasta la llegada del PSOE al poder municipal, que logró, asegura, "cambiar la dinámica del urbanismo de la ciudad", señalando que lo han hecho "magistralmente". Otros, dijo, y en esto reiteró el argumentario que ha empleado ya en numerosas ocasiones, tendrán que explicar en algún momento "a quien defienden realmente, porque es obvio que al interés público, no".
El alcalde, Agustín Fernández, optó por el silencio, aunque se pronunciará sobre la marcha de su concejala una vez ésta explique su salida del Concello. Pero fuentes socialistas también interpretan su silencio y el de los ediles más afines al regidor y a la propia concejala en el malestar con la dirección socialista de imponer esta marcha "precipitada" y, además, de anunciarla desde fuera de su entorno o de que ella misma pudiera hacerlo.
