ESTADÍSTICA

Retornos e inmigrantes atenúan la pérdida de población en Ourense

El saldo migratorio con el extranjero fue positivo por primera vez desde 2011, pero el censo del INE cae hasta los 311.648 habitantes

En la crisis derivada de la sangría demográfica, Ourense avistó el pasado año un pequeño oasis en la inmigración para aliviar su dolencia. Una enfermedad que sigue siendo preocupante, ya que fue la quinta provincia de España con un mayor descenso en términos porcentuales (un 0,95%) en su censo de habitantes, dejándose en un año un total de 3.015 hasta quedarse en 311.648.

Para enjuagar penas, los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que, por primera vez desde 2011, Ourense registra un saldo migratorio positivo con el extranjero. Esto significa que más personas fijaron su residencia en alguno de los 92 concellos de la provincia que las que decidieron abandonarlos. Este fenómeno se desencadenó, además, durante el segundo semestre del año, ya que hasta junio el saldo era ligeramente negativo.
En total, durante 2016 se mudaron a la provincia un total de 2.021 personas, de los que 1.176 tenían nacionalidad extranjera y el resto volvían empujados por el fenómeno del retorno a casa tras haber emigrado en el pasado. Salieron, por su parte, 1.574 personas, lo que arroja un saldo positivo de 447.

Esto compensó, en parte, las malas cifras del resto de indicadores demográficos en los que se apoya el INE para calcular el censo de población. Por un lado, el saldo migratorio interprovincial demuestra que siguen siendo más aquellos que hacen las maletas para fijar su residencia en otras provincias de España (3.656) que los que se instalan en Ourense (3.069), aunque ambos datos experimentan ligeras reducciones.
Asimismo, como ya avanzó el INE hace unos días, la provincia registró el pasado año su peor saldo vegetativo desde que hay estadísticas, bajando por primera vez de los 1.800 nacimientos, lo que provocó que el movimiento natural de población conllevase un descenso de casi 3.000 personas, empujado por las cerca de 4.650 defunciones. 

Bajada continua
El censo de población que publica el INE, con datos desde 1971, expone que Ourense ha perdido población residente en cada una de las actualizaciones anuales, a diferencia de lo que sucede con las estadísticas del padrón continuo, en las que se constaba un incremento en 1999.
En casi medio siglo, la provincia ha perdido casi tres de cada diez habitantes, ya que a principios de la década de los 70 residían más de 441.000 personas en territorio ourensano. Se bajó de la barrera de los 400.000 en 1986 y de los 350.000 en 1995. Las proyecciones realizadas por el INE, publicadas hace unos meses, estiman que la población se desplomará por debajo de los 300.000 en un lustro. Las administraciones han incidido en los últimos meses en que el problema demográfico es ya una cuestión de Estado.

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