La Guardia Civil remitió un informe a la Consellería de Medio Ambiente para que incoe un expediente sancionador contra una vecina de Quintas (Toén) por un presunto delito de maltrato a los animales.
Los agentes elaboraron el informe después de que comprobaran que la vecina, identificada como C.D.M., de 82 años, había arrojado cinco perros, con menos de una semana de vida, al cauce del río Miño.
Los hechos se registraron en la tarde del sábado en un remanso del río en los alrededores de la localidad de Alongos. La octogenaria se acercó al cauce y presuntamente sacó los cachorros de una bolsa y los arrojó al agua con la intención de que se ahogaran, según fuentes de la Guardia Civil.
Dos jóvenes, domiciliados en el mismo municipio, observaron la zona y alarmados al ver los perros nadando, intentado salir del agua, alertaron a la Guardia Civil, al tiempo que intentaban salvar a los animales.
Al lugar acudió una patrulla del Servicio de Protección a la Nataruleza y voluntarios de Protección Civil de Toén que, junto con los dos jóvenes, lograron recatar a dos cachorros. Los tres restantes terminaron siendo arrastrados por la corriente y murieron ahogados.
La Guardia Civil, tras tomar declaración a la mujer, remitió el informe a la Consellería de Medio Ambiente con el objetivo de abrir un expediente sacionador, que podría finalizar con una multa de 600 euros.
Mientras, los dos cachorros rescatados del río permanecían ayer al cuidado de Protección Civil. La mujer optó por arrojar la camada al cauce del río al parir una perra que tiene en su casa y no saber qué hacer con las crías.
Los hechos se registraron en la tarde del sábado en un remanso del río en los alrededores de la localidad de Alongos. La octogenaria se acercó al cauce y presuntamente sacó los cachorros de una bolsa y los arrojó al agua con la intención de que se ahogaran, según fuentes de la Guardia Civil.
Dos jóvenes, domiciliados en el mismo municipio, observaron la zona y alarmados al ver los perros nadando, intentado salir del agua, alertaron a la Guardia Civil, al tiempo que intentaban salvar a los animales.
Al lugar acudió una patrulla del Servicio de Protección a la Nataruleza y voluntarios de Protección Civil de Toén que, junto con los dos jóvenes, lograron recatar a dos cachorros. Los tres restantes terminaron siendo arrastrados por la corriente y murieron ahogados.
La Guardia Civil, tras tomar declaración a la mujer, remitió el informe a la Consellería de Medio Ambiente con el objetivo de abrir un expediente sacionador, que podría finalizar con una multa de 600 euros.
Mientras, los dos cachorros rescatados del río permanecían ayer al cuidado de Protección Civil. La mujer optó por arrojar la camada al cauce del río al parir una perra que tiene en su casa y no saber qué hacer con las crías.
