Faltan escasos tres meses para la "vuelta al cole" de cerca de 30.000 alumnos de la provincia que rondan cada curso las aulas, desde Infantil a Bachillerato. Docentes y familias critican la falta de un plan que contemple varios escenarios de actuación según la evolución de la pandemia en una provincia con una casuística especial. La ratio de alumno por aula ronda los 20 niños en Ourense–no es de las más altas del país–, pero está engrosada por los colegios del rural que resisten en muchos casos con el mínimo exigido por la Consellería de Educación: seis alumnos. La lucha de estos centros por mantenerse abiertos es una constante a la que hay que unir la falta de alumnos en el área metropolitana por la decisión de las familias de escolarizar a los hijos en la ciudad. La radiografía se traduce en la mitad del alumnado matriculado en la capital, un porcentaje importante en villas como O Barco, Verín y Carballiño y 21 de 92 concellos con menos de 10 niños matriculados en Infantil. Son 159 centros educativos en la provincia que desconocen, todavía, un escenario para el regreso al aula.
En el último curso, se matricularon 27.469 alumnos de Ourense alguna de las etapas formativas obligatorias (desde Infantil hasta Educación Secundaria Obligatoria), repartidos en los 159 centros educativos de la provincia. A estos datos hay que sumar los cerca de 3.000 chavales que se matriculan en la provincia en Bachillerato. "Estamos dando clases en el gimnasio", apunta un profesor de la ciudad sobre el alumnado bachiller que ha podido incorporarse voluntariamente. ¿Están los centros educativos preparados para la distancia de seguridad con 25 alumnos de media por aula?.
La mascarilla, “ridículo"
Pablo Rodríguez Nóvoa, docente en el IES O Couto, apunta: "El profesorado se tiene que readaptar y el mayor problema estará en Primaria. ¿Vas a tener a los niños en clase seis horas con mascarilla? Es ridículo, inhumano y antipedagógico. Se debe replantear el modelo. Quizás los colegios deben dejar de ser lo que eran hasta ahora y convertirse en sitios de consulta, más dinámicos. Los profesores deberíamos estar formándonos ya a estas alturas y el sistema multiplataforma es insostenible. En el mismo centro pasa que los chavales se encuentran sus tareas en cinco plataformas diferentes". Nóvoa reclama un "plan" que defina "qué queremos que sea la educación en Galicia. No se están haciendo debates en profundidad. La nueva brecha social va a ser la educativa y el rural va a ser el primero en caer".
"Moitos centros da provincia teñen espazo para separar unidades pero non están preparados por levar anos pechados"
El rural, “é a oportunidade"
Brais Afonso, director del colegio de Vilariño de Conso, opina que "xa se debería haber mirado antes polo rural, agora é a oportunidade que temos de demostrar que os centros do rural non estamos desaparecidos".
Alexandre Sotelino, doctor en Pedagogía, apunta a "pensar en cales son as prioridades sociais" y a la "incertidume" del profesorado y a las familias, "que non poden planificar a conciliación". Sobre el rural, señala que "teñen vantaxas en relación a espazos e ratios que deberían facilitar, na medida do posible, o avance na nova normalidade. Debemos fixarnos máis nos centros do rural para ir normalizando a presencialidade".
La carballiñesa Cristina Nóvoa, profesora en un centro rural agrupado, apunta que es "lamentable" la falta de "medidas concretas". "Hace falta más personal, estamos ocupándonos los profesores de una cantidad de niños que no vamos a poder atender, necesitamos también más espacios y recursos". Sobre el posible regreso del rural antes que la ciudad, apunta que "posiblemente se podría haber pensando en la vuelta antes en los colegios rurales. Aunque también tenemos menos espacios".
Profesorado y centros
Paula Carreiro, secretaria de UXT-Ensino, critica el "abandono do profesorado e as familias". "Xa tiñamos que ter en xuño organizado o plan para incorporarnos en setembro. Vaise necesitar máis profesorado, si ou si. En Ourense necesitan tamén moitos centros reforma, quedaron obras a medias e supoño que se volverán a restablecer. Pero hai que habituar outros espazos se queremos facer desdobres. Moitos centros da provincia teñen espazos físicos para separar unidades pero non están preparados porque levan anos pechados. Pódeselle dar saída e non está preparado, tiñámolos que estar acondicionando agora", dice Carreiro. Sobre los centros del rural, opina que en verano, "dende os concellos podíanse empregar os espazos para tempo libre e xerar conciliacion familiar no rural".
José Antonio Álvarez Caride, presidente de la Federación de Anpas Públicas de Ourense, da ideas: "Si se decide que el alumno vaya cuatro horas, por ejemplo, que haya niños que puedan ir a clase por la mañana y otros por la tarde dependiendo de la conciliación de las familias. Se debería comprimir el currículo y dejar una libre elección de centros. Si cuatro niños no pueden conciliar en los centros del barrio de A Ponte, que vayan a Curros Enríquez, por ejemplo". Desde FAPA ven "escandaloso que se deje a la educacion de lado" y trabajan en la conciliación de cara al verano.
José Fuentes, responsable de CCOO Ensino, "hai que avanzar xa, tomar decisións en determinadas áreas. Hai que chegar a acordos coas compañías telefónicas, por exemplo, para asegurar a cobertura a tódolos alumnos. Tampouco chega o mesmo profesorado e hai que regular as condicións de traballo da teledocencia. Tamén se pode abordar o plan de limpeza dos centros, non todo depende do Estado".
Desde ANPE Ourense reivindican que el presupuesto educativo "debería destinarse a la remodelación de los centros, al aumento de plantillas y a la digitalización".
Educación especial
La conselleira de Educación alertó en una entrevista de la falta de licencia de obra –tiene que darla el Concello– para el Centro de Educación Especial Miño, cuestión que consideró "urgente". Tania Cid, directora del centro, apunta que "es un centro antiguo que necesita una reforma importante, se cambiaron los falsos techos pero hace falta mucho más". Con todo, más preocupante es el modelo: "Se está elaborando un protocolo específico para centros de educación especial. Lo necesitamos. Las distancias para nosotros son imposibles de mantener", dice Cid.
