El inculpado exigió dinero con una navaja a jóvenes que le negaron limosna
La tardanza en la celebración de un juicio benefició a un conocido delincuente de la ciudad, Luis Miguel Sánchez Dopazo, acusado de un delito de robo con violencia y de utilización de armas en grado de tentativa. La fiscal, quien reclamaba inicialmente casi tres años de prisión, redujo la petición de condena a un año y nueve meses ya que apreció dos atenuantes.
Por un lado, tuvo en cuenta la adicción a las drogas que padece el acusado, con antecedentes por robos con intimidación, y por otro aminoró su responsabilidad penal por la aplicación de una atenuante de dilaciones indebidas (la tardanza en la celebración de una causa cuya instrucción fue sencilla). Los hechos ocurrieron el 22 de septiembre de 2012 y el fiscal del caso en octubre de ese mismo año ya había presentado en el escrito de calificación (último trámite ante de ir a juicio). Pues bien, el Juzgado de lo Penal no lo señaló hasta 2014, fijando la vista para enero de 2015, dos años y medio después de los hechos.
La sentencia, que será de conformidad con la petición de la fiscal, condena a Sánchez Dopazo por arrebatar la cartera de un joven que estaba en la calle Obispo Carrascosa.
El joven al que le arrebató la cartera estaba con su novia y un amigo. En un primer momento, el acusado se dirigió a ellos para que le dieran unas monedas y, ante su negativa, reaccionó de forma violenta sacando una navaja del bolsillo. A continuación, se aproximó a la víctima y le cogió la cartera que tenía colocada sobre una escalera de piedra en la que estaba sentado, al tiempo que le decía: "Ahora no os lo pido, me los dais".
El inculpado fue perseguido de forma inmediata por el joven al que atracó y sus acompañantes, que consiguieron darle alcance a la altura de la intersección de la calle San Miguel y Hermanos Villar. Mientras que la chica sujetó las manos al inculpado, los otros dos jóvenes le arrebataron la cartera robada del bolsillo trasero del pantalón, con todo el dinero en el interior.
