Los Reyes Magos se adelantaron y pasearon por la comisaría repartiendo regalos a 75 niños que reciben ayuda de Cruz Roja. Sus Majestades también aprovecharon para entregar regalos a los hijos de policías y oficiales
La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía no pasó desapercibida este año para los Reyes Magos, que visitaron las instalaciones para repartir regalos entre 75 niños que participan en diferentes programas de Cruz Roja. Una vez que estaban en las instalaciones policiales, también aprovecharon para visitar y dejar regalos a los hijos menores de los agentes y oficiales.
Sus Majestades adelantaron el viaje quizás para pedir a los responsables policiales protección durante las largas visitantes que tendrán que hacer en la noche del próximo día 5 a los hogares de la provincia.
En lo que se refiere a los visita de ayer, los menores los esperaban en el pabellón polideportivo. Durante la espera pudieron entretenerse en castillos y casas hinchables que instalaron los agentes en una esquina del polideportivo. Los Magos llegaron sobre las once y media desde Oriente en un furgón policial conducido por un agente que hizo sonar la sirena para abrirse paso por las calles adyacentes al edificio policial. Tras saludar a los menores, comenzaron a entregarle regalos. "Con esta iniciativa pretendemos dar un día de fiesta a los niños de Cruz Roja y que de paso se familiaricen con nosotros, que conozcan el trabajo que realizamos", apuntó el comisario Antonio Álvarez, recordando que a la celebración se sumaron niños "para vivir una jornada de auténtica confraternización entre todos".
Los menores de Cruz Roja fueron recibidos por el propio Antonio Álvarez, que antes de que llegaran sus Majestades los mostró los calabozos, museo, sala de tiro y oficina de la Policía Científica, entre otras dependencias. En la sala de tiro, los instructores le dieron incluso una demostración de disparos con varias armas. "Está siendo un día muy diferente para todos. La visita está siendo toda una clase temática, que servirá para que estos niños no tengan miedo de recurrir y pedir ayuda si es necesario a un policía. Además incluso puede servirle para abrirle expectativas laborales, hacerse policías cuando sean mayores", apuntó la delegada de Juventud de la asociación benéfica, Lola Alonso. La fiesta terminó con una chocolatada con churros y bica. n
