PROXECTO RÍOS

Los ríos gallegos más cuidados se sitúan en la cuenca Miño-Sil

Un informe señala que el 54% de márgenes está en buen estado, aunque hay tramos "moi deteriorados"

El conjunto de la demarcación Miño-Sil vuelve a ser, después de varios años, la cuenca "na que as marxes están en mellor estado de conservación", ya que se encuentran en "moi bo" o "bo estado" el 54% de las mismas, con solo el 6% en situación "moi degradada".

Así se desprende del "Informe do estado de saúde dos ríos 2017", presentado por Proxecto Ríos, una iniciativa de concienciación, educación y participación ciudadana en defensa de los ríos y que se fundamenta en la realización de inspecciones en los principales sistemas fluviales de Galicia.

 

 

Estos datos contrastan con la cuenca de las Rías Baixas, con hasta el 25% en muy mal estado o el sistema Ártabro-Fisterrá, con el 16% en esa situación. Pese a estos datos, los ríos Loña y Miño aparecen entre los que tienen algunos tramos con sus dos márgenes "moi degradadas", apunta el informe.

El sistema Miño-Sil regresa a parámetros del año 2014, después de un aumento respecto a 2015 y 2016 de los tramos con "calidade moderada". La cara contraria aparece en el la cuenca Limia-Douro, donde siempre aparecían tramos con muy buen estado de salud, algo que no ha ocurrido en 2017.

"No Limia, o río Cadós, que en anos anteriores tiña saúde moi boa, esta ano pasou a ter só saúde boa en primavera e outono", apunta el informe. En total, solo un 6% de la cuenca del Miño-Sil está en un estado deficiente o malo, en contraste con el 7% de Rías Baixas, el 23% de Ártabro-Fisterrá o el 40% del Limia-Douro.

La recuperación de los "bosques de ribeira" es uno de los grandes retos que la ecología fluvial habrá de afrontar en los próximos años, ya que en las inspecciones realizadas por el voluntariado de Proxecto Ríos se apreció un "aumento da degradación" de los bosques en tramos de río, especialmente por la presencia de especies exóticas invasoras, "cada vez máis frecuentes e abundantes", según apunta Francisco Bañobre, uno de los redactores.

En el caso del río Miño, el informe apunta a que este bosque está "profundamente intervido", aunque también señala a que en ríos en entornos periurbanos o rurales, como el Loña, "onde a afectación non debería ser moi elevada, comeza a existir un impacto considerable".

La presencia o ausencia de organismos vivos es también otro de los indicadores de la calidad biológica de los ríos. En este punto, hay ríos ourensanos que presentan una "calidade deficiente" en este apartado, en el cual el río Limia se lleva la palma –a su paso por Xinzo–, ya que presentó en 2017 un índice malo tanto en primavera como en otoño. Mientras, el Loña –en la ciudad– tuvo calidad biológica "deficiente" pero solo en primavera. 

 

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