Reportaje

Los robots, el motor del futuro

photo_camera Fernando Coladas, miembro de la asociación, con algunas de sus creaciones robóticas.

Una asociación formada recientemente por ocho ourensanos aficionados a la robótica tratará de formar a todos los interesados en esta materia, especialmente a niños. Parten de la base de que hoy en día cualquier cosa está relacionada con el mundo de estas máquinas.

Ocho aficionados a la robótica, la programación y la impresión 3D y con un objetivo claro: ayudar y formar a todo aquel que quiera incorporarse a ese mundo. Este grupo de ourensanos con una afición común, que todavía baraja el nombre definitivo, persigue los pasos que ya se han dado en otras provincias en materia de creación de asociaciones que trabajan con estos campos. Los ocho coinciden en que una vez consigan crear la asociación, será algo que salga adelante cargado de éxito. Así, en Galicia, concretamente en A Coruña, hace dos años que nació una asociación similar que, contando en sus orígenes con muy poca gente, en la actualidad son más de 400 personas.


"Cualquier cosa en la que puedas pensar lleva detrás algo relacionado con la robótica, la programación o la impresión 3D", apuntó Fernando Coladas, miembro del grupo. Coladas, experto en programación, se inició en el mundo de la robótica cuando se puso en contacto con la empresa BQ, interesándose por su actividad. Así, se matriculó en un curso de experto universitario, puesto en marcha por la propia empresa y la Universidad de La Rioja y se convirtió en uno de los 32 primeros en España, y primer gallego,  en conseguir el título.


De ahí nació su función en la creación de la asociación, la formación educativa. Así, en septiembre se embarcará en un proyecto que consistirá en recorrer diversos centros escolares para introducir la robótica, la programación y la impresión en 3D a los más pequeños. "Trataré con profesores para que adquieran competencias educacionales en esta materia", explica Coladas. "Lo queramos o no, estamos viendo que en apenas diez años el 80% de los hogares del mundo tendrán una impresora 3D y no estamos preparados para ello", añade. 

Potenciar la educación
Lo que pretenden Fernando Coladas y su equipo es la potenciación de la educación computacional en los más jóvenes; es decir, que los niños tengan una mentalidad preparada para poder trabajar con computadoras. "Los niños se van a encontrar con muchas cosas relacionadas con los ordenadores, no solo a nivel ofimático, sino a nivel de programación y generación", añade. Y los niños no son solo su público potencial, "si estas cosas van a llegar en tan poco tiempo, tiene que cogernos preparados".En cuanto a los cursos que tiene programados, Coladas explica que "no es tanto enseñar a programar, sino que los jóvenes tengan en su mente la programación en sí porque el día de mañana tendermos que aplicarlo a cualquier cosa".


La intención del gallego surge al otro lado del Atlántico. "Desde hace años, en América ya se forma a niños en este campo", asegura. "Para el próximo curso, la Comunidad de Madrid introduce en los libros de Tecnología, en cursos de primero y tercero de Secundaria, ámbitos  como programación y robótica. Entiendo que si ya se implanta en Madrid, pronto llegará a meterse de lleno en resto de España", explica. Y esto no se aplica solamente a la educación, también al ocio. Pero los juguetes de toda la vida no desaparecerán. "Hay que saber distinguir", apunta Coladas. "Si le das un juguete a un niño, juega con él. Si le das un robot, además de jugar, genera mentalidad computacional, que la necesitarán más pronto que tarde".

Prevenir el futuro
Lo que buscan es prevenir. Que cuando esta nueva "era" llegue, la sociedad, incluidos los niños, sepan hacerle frente. Y para eso buscan la creación de la asociación, "porque ir en solitario es un poco complicado", explica. Y la asociación no está lejos de llegar, "donde hay intención hay futuro", afirma. "Necesitamos un gran local, porque estas actividades requieren de mucho espacio. El resto es pan comido".
Total, una afición sin ánimo de lucro que además la quieren compartir con los que algún día serán inevitablemente partícipes de ella.

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