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“Un rumano menos', me dijo Óscar cuando vi a Alexandru en el canal"

Uno de los acusados en el crimen de "A Esmorga" inculpa a su amigo de farra en la paliza a la víctima, aunque no vio cómo cayó al agua

El primer día de las más de dos semanas previstas para el juicio por el crimen de "A esmorga"no pudo ajustarse al guión inicial. Pasadas las tres y media de la tarde, la magistrada que preside el tribunal con jurado dejó para hoy, a las 09.30 horas, la declaración del segundo inculpado. La designación del jurado -con un perfil joven compuesto por cuatro mujeres y cinco hombres - y el extenso interrogatorio a Eduardo López Fernández consumieron la mañana .

Este último, inculpado junto a Óscar Estévez López en el asesinato de Alexandru Walter Boghiu (22 años) el 20 de diciembre de 2014, tras una noche de juerga, se desvinculó por completo del delito. Llegó a reconocer que pudo hacerlo mejor. Pero la autocrítica quedó ahí.

Tanto la paliza que recibió el chico antes de morir ahogado como el incidente que determinó su caída al agua, se los atribuyó a Estévez López. No llegó a ver, según su versión, que lo arrojase al canal del río Viñao (Boborás), pero sí el momento previo: cómo lo arrastraba por el suelo. Cuando ya vio al chico en el agua, le preguntó a su amigo qué había pasado y se limitó decir: "Un rumano menos".


"Una ratonera"


Las acusaciones sostienen que tanto él como su compadre de farra llevaron a la víctima al canal -"Una auténtica ratonera", en palabras de la fiscal- para acabar con la vida de Alexandru, arrojándolo malherido al agua tras la paliza previa que le propinaron en la casa de Eduardo en Cameixa, a donde llegaron de madrugada unos cuantos conocidos tras el cierre de los pubs de Carballiño. Horas antes, habían conocido a la víctima.

López Fernández atribuyó los primeros golpes a Óscar y Brais P.V., un amigo que fue detenido e investigado al comienzo de la instrucción. Eso sí, le restó gravedad. Mientras que la fiscal aseguró que "hasta lo dejaron sin dientes", el inculpado destacó que con las curas que le prestó él y su mujer, quien dormía en el piso de arriba y se despertó con el ruido, se recuperó.

La paliza tuvo su origen, según explicó, en que el joven Boghiu quiso orinar hacia la nevera. "Los eché fuera; Óscar se enfadó, lo golpeó, también Brais, y el chaval que falleció cayó contra el bordillo, en el patio", aseguró Eduardo. Posteriormente, Alexandru -añadió- amenazó con matar a la mujer de su agresor y violar a su hija pequeña, lo que motivó que le siguiera pegando.

Eduardo explicó que se detuvieron en el canal cuando se dirigían a casa de un amigo -Manolo- a pedirle consejo de cómo arreglar los encontronazos entre unos y otros. Óscar le pidió que parase ya que, según le dijo, Alexandru lo había pinchado con una navaja.

Ya fuera de coche, relató ante el jurado que su amigo siguió pegando a la víctima y esta última, con su actitud bronca de amenazar a la mujer e hija pequeña. No presenció la caída al río, porque, según su versión, Óscar le pegó también a él cuando intentó mediar entre ellos y se cayó al suelo. Y explicó que, ya en el agua, intentaron ambos ayudarlo a salir pero la corriente lo arrastró.

En cuanto al porqué no confesó lo ocurrido, no lo dejó demasiado claro. Relató que simplemente se limitó a confiar en Óscar. "Me dijo que no iba a tener problemas porque yo no había hecho nada", aseguró. Después intentó que repitiera esas mismas palabras y grabarlas a modo de salvaconducto. Pero Óscar Estévez López, quien declarará este miércoles, no las volvió a repetir. 


“Cómete el último chorizo, que no sales de aquí vivo"


Antes de la declaración de Eduardo, las acusaciones expusieron ante el jurado sus posicionamientos iniciales. La fiscal Rosa Tallón situó los hechos en varios escenarios: la juerga nocturna en los pubs carballiñeses; la estancia a la casa de Cameixa y el desenlace final en "un paraje inhóspito" por donde no pasa nadie. "Esa noche conocieron a Alexandru, estuvieron de marcha, comieron, bebieron  hasta que se les cruzó el cable y decidieron matarle(...), arrojándolo vivo al río y esperando a que se muriera", aseguró. 

En su alegato, rememoró declaraciones sumariales, según las cuales, los acusados llegaron a decir en la casa de Cameixa: "Bebe el último licor café y cómete el último chorizo porque no sales de aquí vivo".

El letrado de la acusación particular, César Lorenzo, recordó al jurado que representa a una madre que no entiende como los acusados pueden estar en libertad tras asesinar a su hijo, al que previaente "golpearon como a un perro y le espachurraron la cabeza contra el suelo".

Manuel Estévez Molares, letrado de Óscar, circunscribió los hechos a "un desgraciado accidente en el que la víctima cayó al canal" tras una noche entre amigos y alcohol. Y recordó que la víctima presentaba 2,87 gramos de alcohol por litro de sangre. Para ello, pretende hacer valer los informes de los forenses.

Luis Salgado Carbajales, el abogado de Eduardo, insistió en que su cliente "no es un asesino aunque no contase nada a la Guardia Civil". 

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