Las rupturas de matrimonio en Ourense descienden un 29% desde 2015

Los matrimonios ourensanos gozan de buena salud, tal como indican los datos del Consejo General del Poder Judicial, que muestran una clara tendencia a la baja en las rupturas matrimoniales, tanto en forma de separación como de divorcio, aunque el presente año supuso un ligero repunte. En los primeros nueve meses del año se rompieron un total de 396 matrimonios, un 29 % menos que en el mismo periodo de 2015, cuando 557 parejas casadas decidieron poner tierra de por medio. Sin embargo, este año se vivió un pequeño aumento en una serie que venía en descenso continuo desde hace seis años, ya que en los tres primeros trimestres de 2020, el año de la pandemia, los juzgados dieron cuenta de 347 rupturas, 49 menos que en el presente ejercicio. Falta conocer la evolución que sigue en los ultimos tres meses, una época en que las separaciones y los divorcios se dispararon el año pasado, hasta llegar a los 509 con los que se cerró el ejercicio. El año del coronavirus, las restricciones y el encierro no rompió una gran cantidad de matrimonios, de hecho, desde 2015, solo en un año (2018) se produjeron menos divorcios y separaciones. LOS DIVORCIOS SE CONSENSÚAN La forma más habitual en que los matrimonios se distanciaron este año es el divorcio consensuado, en el que las partes se ponen de acuerdo sin necesidad de que un juez decida, con 230 casos, mientras que la segunda modalidad más numerosa fueron los divorcios no consensuados, con 149, seguidos por las separaciones consensuadas (15) y las no consensuadas, con solo dos casos. Atendiendo a las cifras oficiales se puede concluir que las rupturas matrimoniales son cada vez más amistosas, ya que el divorcio consensuado viene al alza en los últimos años, y en este ejercicio representan el 58 % del total de casos, cifra muy similar al 59 % que supusieron el año pasado y por encima del 51 % de 2019. En la última década, los divorcios amistosos representan, de media, cerca de la mitad de los casos, y 2016 fue el único en el que fueron una minoría, en concreto un 48 %. La otra cara de la moneda, los divorcios no consensuados, son cada vez menos significativos, y este año se llevan contabilizados 149, más que en 2020, que con 128 en los primeros nueve meses fue el año con menos casos desde 2015, lo que indica que el encierro por la pandemia no supuso una cifra desmesurada de matrimonios rotos, y los que sí lo hicieron, eligieron, más que nunca, la vía de la conciliación y el diálogo. LAS SEPARACIONES, RESIDUALES Los cónyuges suelen tomar decisiones en firme, ya que la mayoría de matrimonios que se rompen acuden directamente al divorcio, y las separaciones -que se realizan sin cambio en el estado legal de los miembros- son completamente residuales. De las 396 rupturas de este año, 379 fueron divorcios, y solo 17 separaciones, de las que 15 fueron consensuadas. En este sentido no se vivieron grandes modificaciones a lo largo de los últimos años, ya que desde que se aprobó la ley que habilita el divorcio express en 2005, las separaciones siempre estuvieron muy por debajo de los divorcios. Más residual todavía son las nulidades matrimoniales. La última vez que se produjo una en la provincia fue en el año 2017, y desde 2013, primer año con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo se registraron cuatro, de las cuales dos fueron en 2015, una en 2013 y la ya mencionada de 2017. En cuanto al número de matrimonios que se registran, la cifra es bastante estable en la última década, en la que cada año se casaron de media entre 800 y 900 parejas. 2018 fue el peor año en este sentido, con 748, y el único en que se bajó de los 800. La modificación de medidas de divorcios y separaciones se hacen sin acuerdo Mientras que las rupturas de matrimonio se hacen de forma mayoritaria a través del consenso, esto no se reproduce a la hora de modificar las condiciones acordadas, como por ejemplo el pago de pensiones de manutención. En el tercer trimestre del presente año se presentaron 36 demandas para la alteración de las condiciones fijadas, mientras que en ocho casos se produjo la modificación de forma amistosa. En lo que va de año, se registraron 33 modificaciones consensuadas, mientras que 131 se realizaron sin consenso, la cifra más alta en este apartado desde 2015, primer año con registros oficiales. El año pasado fue el que menos alteración de medidas no consensuadas presentó, lo que indica que el encierro no supuso un detonador de las demandas por este motivo. TAMPOCO PARA LOS HIJOS El acuerdo entre cónyuges tampoco destaca en relación con la guardia, custodia y alimentos de hijos menores de edad fuera del matrimonio, y es que en el último trimestre estas medidas se alcanzaron en 27 ocasiones sin consenso y en 21 con acuerdo de las dos partes. En lo que respecta al acumulado anual, los nueve primeros meses de 2021 dejaron 112 medidas adoptadas sin acuerdo, por 89 de forma amistosa. De nuevo 2020 se presenta como el año de la conciliación, ya que las 86 parejas que acudieron a la vía judicial para delimitar las medidas sobre hijos menores no matrimoniales es la segunda cifra más baja del lustro. Solo en 2016 se registraron menos, con 79. Este año volvieron a dispararse este tipo de mediaciones, y el ritmo se acerca al de los años con más casos, que fueron 2017, con 155, y 2018 con 151.