El rural ourensano revela su potencial para dar luz a nuevos proyectos empresariales

La pandemia del covid ha puesto de manifiesto el potencial del rural como generador de oportunidades laborales. Esto, sumado al incipiente reclamo de entornos tranquilos y alejados de las grandes aglomeraciones, parece haber sido el caldo de cultivo perfecto para un bum cada vez más notorio de iniciativas empresariales en los pueblos. Muchos han sido los que, a lo largo de este difícil año y medio, se han liado la manta a la cabeza y se han lanzado a emprender aprovechando los recursos que este entorno les ofrecía, siendo capaces de descubrir sus necesidades y poniendo su grano de arena para frenar la despoblación que padece. Esto último -además del amor a su pueblo- fue, precisamente, lo que llevó a Javier Morales a dejar la ciudad condal y desarrollar en el corazón del Couto Mixto, Meaus, todo un entramado turístico con el fin de dar a conocer su historia. Pedro Domínguez también regresó a su pueblo natal, Casaio, para crear un albergue junto a Elba Rodríguez, y Ana Lucía Tamez cruzó el charco para asentarse en Boborás y cumplir su sueño de vivir una vida tranquila en el campo haciendo coronas de flores y siendo su propia jefa. Pero en el rural hay también quien se resiste a abandonar su tierra y, pese a todo, apuesta por emprender y devolver servicios que se han perdido: es el caso de A Despensa do Búbal, un supermercado en Medeiros que, además, cuenta con servicio de entrega a domicilio: “Eu vivo en Medeiros, gústame esta vida e con este negocio estamos apostando polo rural. Ao final o esforzo ten a súa recompensa”, cuenta María Jesús Prieto. También Ángeles González, de Shiitake Trives, defiende el rural: “O meu soño é crear postos de traballo na vila apostando polo rural e a boa calidade de vida que temos”. Couto Mixtour, A Limia Javier Morales asegura que lo que le motivó a dejar Barcelona para regresar a su pueblo, Meaus (Baltar), fue la creciente despoblación del rural. “Un lugar que yo recuerdo con más de un centenar de habitantes, pues hasta hace poco quedaban 16 personas viviendo”, lamenta el promotor de Couto Mixtour. Junto a Cándido Rodríguez y Francisco Buyolo, decidió crear un complejo turístico integrado por un restaurante, que además funciona como centro social que se cede a entidades y personas para celebrar eventos; un centro de turismo activo en el que se pueden realizar rutas de senderismo, kayak, o escape room y, además, y de la misma manera que en las iniciativas ya mencionadas, los promotores trabajan en un plan cultural para dar a conocer la historia del Couto Mixto en los centros de enseñanza. “El proyecto de repoblación lo iniciamos con nosotros mismos. Dos días antes de que empezara toda la pandemia nos venimos aquí para trabajar en esta idea y aquí seguimos. El plan era que el cambio fuese más progresivo, pero el covid lo precipitó todo”, recuerda Javier, quien ahora reside con su pareja y sus hijas en Meaus al igual que los trabajadores de la empresa. Albergue Eco dos Teixos, Valdeorras Dos monitores de ocio y tiempo libre: Elba Rodríguez Mosquera, natural de A Coruña, y Pedro Domínguez Pérez, de Casaio -Carballeda de Valdeorras- decidieron cambiar la ciudad por una vida tranquila y un proyecto laboral en el rural. Juntos crearon el albergue Eco dos Teixos en el pueblo natal de Domínguez, tras más de siete años trabajando en la localidad coruñesa. “Quixemos apartarnos da cidade e ter unha vida máis tranquila. Vimos que esto tiña potencial coas pinturas rupestres, as rutas ou a proximidade de Pena Trevinca”, comenta Elba Rodríguez. A pesar de que, en un primer momento, la idea pasaba por organizar actividades, pronto fueron conscientes de la necesidad de acondicionar un lugar para que los participantes en las iniciativas pudiesen pernoctar en Casaio. De esa manera surgió el albergue: “Aínda estabamos sacando sacos de cemento cando comezou a entrar xente. Foi moi precipitado”, explica la empresaria. El establecimiento comenzó su actividad organizando campamentos para jóvenes de 11 a 15 años. Ya se desarrolló uno y programaron el segundo para este 22 de agosto. Los monitores prevén otras iniciativas como la organización de conciertos o jornadas temáticas. A Despensa do Búbal, Medeiros de Monterrei La mayoría de los pueblos del rural ourensano no cuentan con un servicio de supermercado y sus vecinos se ven obligados a desplazarse hasta la capitalidad de sus concellos para poder realizar la compra. Esto no ocurre ya en Medeiros de Monterrei, en donde el pasado noviembre abrió sus puertas “A despensa do Búbal” gracias a tres emprendedores: Fernando Justo, María Jesús Prieto y Eva Simón. “A xente non quería moverse, non quería ir ao supermercado, e nós xa levabamos tempo querendo facer algo, polo que vimos unha oportunidade e lanzámonos”, cuenta María Jesús Prieto. “Apostamos polo rural porque nos gusta esta vida”. Fedra, Boborás Ana Lucía Tamez de la Selva, de 30 años y natural de México, está afincada en Boborás después de casarse con un gallego. Lleva año y medio residiendo en la casa de la abuela de su pareja y en marzo de este año montó su propia empresa: Fedra, dedicada a la creación de tocados para bodas, comuniones, bautizos y otros eventos. Utiliza flores naturales que somete a una técnica de preservación. “En México siempre he trabajado en una oficina y cuando me instalé en Boborás quise dejarlo. Buscaba emprender y trabajar en el campo. La idea surgió cuando hice una corona de flores por mi cumpleaños”. Shiitake, Trives A finales del 2019, casi a las puertas de la pandemia, Ángeles González ponía a andar su proyecto, la explotación ecológica Shiitake Trives. “Con esto quero demostrar tamén que si se pode apostar polo mundo rural e si se pode emprender e crear empresas aquí en Trives, aínda que ás veces sexa máis difícil que nunha cidade polas malas comunicacións, pero é posible”, asegura la propietaria. Fue complicado crecer en época de pandemia, pero con la venta directa de casa a casa la empresa salió adelante. Shiitake Trives empezó con aproximadamente 700 troncos, ahora cuenta con alrededor de 1500.