Un grupo de empresarios ourensanos promueven un acto para intentar salvar la Cámara de Comercio. Al mismo tiempo pretenden invocar a la unidad empresarial, mermada en los últimos meses
La situación de la Cámara de Comercio parece estar originando ciertos movimientos empresariales con el fin de detener el deterioro de la institución, incluso evitar su desaparición. Constan varias reuniones de un grupo de empresarios, la última una comida celebrada el martes en la que se trató la situación cameral. No fue ese el único asunto abordado, pero fue uno de los sustantivos, según reconocen varios asistentes a la reunión.
Una de las intenciones que se quiere plasmar es un acto de apoyo empresarial a la Cámara, que se celebrará en la sede de la propia entidad. Según ha trascendido, una de las fechas que se manejaron fue el jueves día 19, pero la fecha quedó pospuesta inicialmente para la semana siguiente, aún por concretar.
No es la primera vez que este tipo de reuniones empresariales se producen, ni siquiera la primera vez que se aborda la delicada situación de la Cámara de Comercio, aunque de manera informal y fuera de los órganos de dirección de la entidad. Varios de los asistentes han confirmado que el propósito es sumar esfuerzos a favor de una entidad de derecho público, tutelada por la Xunta y que tiene serios problemas de viabilidad. Según los últimos datos conocidos, la liquidez impediría el pago de las nóminas de sus 17 trabajadores más allá de inicios de verano.
Es una estocada más, que vino precedida de un ERE para la plantilla, la elaboración de un plan de acción que no consiguió los ingresos previstos e imprescindibles para la viabilidad de la Cámara y después de que la Xunta tampoco haya mostrado excesiva preocupación por la suerte de la institución empresarial.
Pero también la entidad sigue bloqueada en un intento de normalizar una alianza con la Confederación Empresarial de Ourense (CEO). Un convenio de colaboración entre ambos colectivos sigue sin firmarse y nadie da explicaciones sobre las razones de esa parálisis. Es más, en privado, ambas entidades se culpan de que no se haya rubricado.
Las pérdidas
Los promotores de ese acto de apoyo recuerdan que la Cámara de Comercio es la única entidad que puede expedir certificados de origen para las empresas exportadoras. Se requiere un documento de estas características por cada expedición y si no lo tramita la Cámara los empresarios deberán ir a Vigo a diligenciarlo cada vez que vendan mercancía a otro país. También la desaparición de la entidad cameral tendría como consecuencia la pérdida de subvenciones para proyectos empresariales.
A esas consideraciones están llegando un grupo de empresarios ourensanos, igualmente "preocupados" por la falta de unidad empresarial, testada en diferentes reuniones , también en la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO). Reforzar la unidad, intentar salvar la Cámara de Comercio y mejorar la imagen de los empresarios parecen ser alguno de esos propósitos o preocupaciones. Este último apartado, reconocen, está especialmente dañado desde las elecciones a la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), celebradas en enero.
Dos contendientes ourensanos, el presidente de la CEO, José Manuel Pérez Canal, y Antonio Moure (presidente de la CEG desde entonces) contendieron en los comicios y los rescoldos de aquella batalla siguen salpicando al tejido empresarial ourensano.
