El Juego del Calamar es la serie de moda y se comentaba en los ascensores que este año iba a ser un “boom” a la hora de elegir disfraz en Samaín. Sin embargo, un competidor inesperado se repitió en las calles de la ciudad en la noche del domingo. Temática terrorífica o no -a juicio del consumidor-, las caretas de Jácome allí estaban bailando en los pubs y charlando en sus puertas.
La afluencia de personas era semejante a la de Fin de Año. No solo era difícil llegar al final del local, sino también al otro lado de la calle. Los aforos se completaron y las colas se convirtieron en un evento al aire libre.
En esta ocasión, pese a la gran cantidad de gente que salió de fiesta, hubo menos peleas e incidencias que en las pasadas semanas. La Policía Local registró una pelea en la calle Doctor Fleming y asistió, llamando a una ambulancia, a un joven al que le acababan de dar un puñetazo en labio. Tuvo que recibir puntos.
Además, en As Mercedes, un hombre de 42 años fue denunciado por un delito de lesiones leves. Una persona resultó herida en una reyerta con arma blanca.
A la hora del cierre de los pubs, los agentes municipales realizaron los habituales controles de alcoholemia, en los que cinco personas dieron positivo. Entre ellas, dos sufrieron accidentes.
