El polígono de San Cibrao das Viñas sigue siendo la joya de la corona del Ourense industrial. Creado en el año 1965, cumplió recientemente 56 años y sufre una importante crisis de crecimiento. En octubre del año 2019 la asociación empresarial que reúne a las 400 empresas que dan empleo a 8.000 trabajadores hablaba de que tenía ya el 88% de su superficie ocupada y que necesitaba con urgencia una ampliación que garantizase su competitividad “para los próximos 50 años”.
Sus cálculos cifraban en medio millón de metros cuadrados a añadir a los 4,8 millones ya existentes, por lo tanto con 5,3 millones pasaría a ser el asentamiento empresarial e industrial más importante de Galicia por superficie ocupada. El presidente de la Xunta recogió el guante y durante un acto de los empresarios comprometió recursos para esa ampliación.
Pero las palabras han ido más rápidas que los hechos. Por el momento solo los papeles contemplan un polígono ampliado y las obras para hacerlo realidad siguen esperando. Ya los presupuestos de la Xunta reservaban el año pasado en torno a dos millones de euros para hacer posible la ampliación, pero aún no se han cubierto todos los trámites administrativos.
Hace un mes el delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, mantuvo una reunión con la asociación de empresarios del polígono de San Cibrao en la que informó que en julio de este año “el consejo de administración de Xestur autorizó la licitación del contrato para la redacción de la modificación del plan parcial y la redacción del proyecto de urbanización” que facilitará la anunciada ampliación.
En la asamblea anual de los empresarios del polígono, celebrada la semana pasada, su presidente, José Antonio Rodríguez Araújo, repitió miméticamente a sus compañeros lo que le había dicho el representante de la Xunta un mes antes. En declaraciones a Telemiño diría que entre su colectivo y el Gobierno gallego “hay buena conexión” para conseguir los fondos que permitan ganar suelo para atraer a nuevas empresas, aludiendo a que la responsabilidad de que no se hubiese avanzado más “fue por el tema de la pandemia, que ha impedido acelerar los trámites que aún restan”.
Por lo tanto la espera continúa. Marta Nóvoa, concejala de Parques Empresariales del Concello de San Cibrao das Viñas y diputada del PP en el Parlamento de Galicia, habló con más crudeza. En su opinión “la previsión es que todo el año 2022 se ocupe en desarrollar el proyecto con todos los informes sectoriales que afectan a varias administraciones”. Nóvoa sitúa “en el año 2023 la fecha en la que se puedan licitar las obras de ampliación”. Es decir, la conclusión de los trabajos, en el mejor de los casos, no concluirá hasta finales del 2024; es decir, cinco años después de que los empresarios de San Cibrao considerasen “urgente” ganar más superficie.
GRAN OCUPACIÓN
El polígono de San Cibrao está al límite de su ocupación en estos momentos. La asociación de empresarios y el Concello confirman el interés por ocupar terrenos, pero cada vez quedan menos.
El planeamiento de esta superficie, aprobado por el Concello de San Cibrao hace ya varios años, permite instalar empresas comerciales, no solo productoras. Ese ha sido un paso crucial para despertar el interés de varias firmas con el objetivo de instalarse.
Entre otras compañías, el grupo Cuevas acomete unas obras para un nuevo Cash en una parcela alquilada de 6.000 metros cuadrados. El fondo de inversión Kronos trata de avanzar en la captación de marcas para crear el prometido parque comercial de 18.000 metros cuadrados, mientras otros operadores tratan de apurar sus proyectos.
Es el caso de la segregación de una parcela de 100.000 metros cuadrados para empresas de logística en las inmediaciones de la carretera de Santa Mariña, frente a la entrada del Parque Tecnológico.
