El Concello de Ourense abrió un expediente informativo mientras Sanidade acordó inmovilizar tres vehículos
Dos trabajadores de la empresa Ecourense, que tiene adjudicado el servicio de limpieza del Concello, resultaron infectados por legionela en estos dos últimos dos meses. Aunque la noticia trascendió ayer, el primer operario (ya dado de alta) evidenció síntomas en el mes de septiembre, mientras el segundo caso se detectó esta semana. El trabajador, según fuentes municipales, se encuentra hospitalizado y fuera de peligro.
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, mantuvo en la tarde de ayer una reunión de urgencia con responsables de la empresa -el gerente de la concesionaria y el capataz-, así como el concejal responsable del área, José Araújo, y el coordinador municipal de Infraestructuras, Medio Ambiente e Limpeza, Ismael Méndez.
El Concello puso en marcha un expediente informativo, decisión que se adoptó después de requerir a la empresa información el pasado día 6, el jueves, y ayer con el fin de conocer lo sucedido y actuar en consecuencia.
En un primer momento, según puntualiza Araújo, el caso detectado en septiembre fue considerado como "algo aislado por parte de la Xefatura Territorial de Sanidade", si bien la consellería ordenó a la empresa adoptar medidas, contempladas en el protocolo de legionela, para subsanar el foco de la bacteria.
Tras el segundo caso detectado esta semana, "el caso adquiere otras dimensiones", en palabras del edil de Limpieza, máxima cuando la inspección sanitaria constató que no se adoptaron las medidas ordenadas a finales de septiembre. Por esta razón, ordenó ayer la paralización e inmovilización de tres vehículos de baldeo de agua hasta que el lunes se realice una inspección en las naves de Ecourense al objeto de detectar el foco de contagio.
Mientras, según explicó el concejal, el baldeo de las calles se hará con agua potable con mangueras conectadas a las bocas de riego. Desde hace tres años, el baldeo se hace con agua bruta (sin clorar) que se capta directamente desde el Miño.
La legionela presenta dos forma clínicas: infección pulmonar o "enfermedad del legionario", que se caracteriza por neumonía con fiebre alta; y la forma no neumónica, conocida como "fiebre de Pontiac", más leve. Está considerada una patología de origen ambiental y la bacteria de la legionela tiene su hábitat natural en el agua, ya sean lagos, arroyos o ríos, y, en particular, en los residuos acuosos de aparatos de aire acondicionado, duchas y sanitarios. El contagio se realiza al inhalar agua pulverizada en forma de aerosol, como gotas minúsculas.
Este diario intentó contactar con la empresa Ecourense sin que fuera posible.
