La conselleira dijo al alcalde y a los comuneros que no habrá nuevo uso hospitalario en Toén

Sanidade respalda el plan de Aspanas para el psiquiátrico

Aspanas Termal desarrollará su proyecto de reinserción y terapia asistencial en el antiguo psiquiátrico de Toén si los comuneros de Moreiras y Trelle, propietarios últimos del terreno en el que se asienta y que cedieron hace medio siglo para uso médico-asistencial, aceptan la iniciativa en la asamblea que mantendrán el día 1 de junio.
Porque la viabilidad del plan está sólo pendiente de ese acuerdo vecinal, ya que la Consellería de Sanidade -cuya titular se reunió ayer en Ourense con responsables de la entidad promotora, con el alcalde de Toén y con una representación de los comuneros- da por buena la iniciativa de crear en el viejo Hospital un conjunto de servicios para personas con discapacidad y enfermedad mental.

La conselleira, Rocío Mosquera, había citado a la gerente de Aspanas Termal, Rosa Carrera, al regidor Amancio Cid y a los vecinos a una reunión para conocer 'de primeira man' un proyecto que, en realidad, ya está consensuado con los responsables sanitarios ourensanos, encabezados por la gerente de la gestión integrada, Eloína Núñez.


APOYO DE LA CONSELLERÍA

De hecho, Mosquera comunicó su conformidad con esta solución para dar contenido al viejo psiquiátrico Cabaleiro Goás, aunque reconoció que todo queda pendiente de lo que decidan los vecinos propietarios del terreno. Eso sí, tanto la conselleira ayer como Eloína Núñez el lunes (acudió a explicar el plan a los comuneros, en una reunión auspiciada desde el Concello de Toén) dejaron claro a los propietarios que la solución de Aspanas Termal es la única garantía, en este momento, para viabilizar el viejo psiquiátrico. La alternativa no sería otra que devolver la propiedad a sus dueños, renunciando a la concesión. Pero ello dejaría en manos de los comuneros la búsqueda de un uso para este recinto, que lleva cerrado desde enero de 2012 y que todavía custodia, con un servicio de seguridad contratado, el Sergas. Los comuneros temen que, si Sanidade abandona definitivamente las instalaciones -la conselleira ya dijo en la reunión que no se iba a retomar su uso hospitalario-, la maleza, la basura y la ocupación ilegal se adueñarían del lugar.

Te puede interesar