Nació en Trives en 1950, abrió en Ourense pocos años después y de ella surgió en 1973 Adolfo Domínguez
Adolfo Domínguez es uno de los diseñadores españoles con mayor reconocimiento internacional y la firma que lidera es uno de los emblemas de la moda española, cuyo origen se remonta a una pequeña tienda nacida a mediados de la década de los 40 del siglo pasado en el oriente de la provincia ourensana, en Trives. Sus impulsores fueron los padres del diseñador, Adolfo Domínguez Estévez y Fina Fernández.
Adolfo Domínguez Estévez nació en 1920, en el seno de una familia de emigrantes. Sus padres residían en Río de Janeiro, donde regentaban una panadería-pastelería, aunque Adolfo regresó a España, junto con su madre, cuando tenía cinco años.
Siendo muy joven se trasladó a Barcelona, "donde trabajó de funcionario en el banco Hispano-Americano en Sabadell tras la guerra civil, durante la que estuvo tres años en el frente y fue herido cinco veces... ¡qué generación!", exclama ahora su hijo Adolfo. Este relata que su padre conoció allí a Josefina Fernández, con la que se casó en 1944. "Cuando nació mi hermana Ada, mi madre volvió a su tierra, a Trives, y mi padre se quedó en Sabadell, en su trabajo, y fue en ese momento cuando vio la oportunidad de negocio en el mundo textil".
Compraba tejidos, que pagaba en efectivo, a los telares que había en Sabadell y los enviaba a Galicia en tren. "Mi madre recogía esos tejidos en A Rúa y los vendía en la semana en Trives. Una vez vendidos, enviaba el dinero a Sabadell, a través del banco en el que trabajaba mi padre para que el siguiese comprando tejidos y enviándolos a Galicia. Así empezó todo", recuerda su hijo.
Tres o cuatro años después de iniciar este "negocio a distancia", Adolfo Domínguez Estévez decidió regresar a Trives, "pues ya había conseguido establecer una relación de confianza con los tejedores que, por aquel entonces, sólo te vendían las telas si le pagabas al contado".
Los Domínguez abrieron la tienda en Trives en torno a 1950. Llegó a tener veinte empleados y contaban con un sastre que habían traído de Barcelona, hasta que este decidió independizarse. "Fue entonces cuando mi padre se lanzó a aprender la profesión, en la escuela Camps de Barcelona" . La tienda, en la que se confeccionaban trajes a medida, fue prosperando y llegó el momento de buscar nuevos horizontes para seguir creciendo.
"Mi padre quería trasladarse a Vigo, pero mi madre prefería Ourense, por estar más cerca de Trives", recuerda Adolfo Domínguez. Prevalecería la opción de Fina y poco tiempo después nacía Sastrería Camisería El Faro, en el número 60 de la avenida de La Habana, en Ourense, dos números más adelante del local que ocupa actualmente la tienda de su hijo Adolfo Domínguez.
Dos anuncios de Sastrería Camisería El Faro, publicados en La Región en los años 1959 y 1963, conforman la lámina que entrega hoy el periódico dentro de la colección "Publicidad con Historia". En ellos se plasman las premisas en las que se asentaba el éxito del establecimiento, según recuerda su hijo: "Buena calidad y rapidez en la costura". Así, uno de los anuncios afirmaba que sus clientes podrín comprar la tela del traje, a las 9 de la mañana, a las 11 podían probarlo y a las 7 de la tarde se lo llevaban puesto.
