Tribunales

"Algunas veces sí se hacían las cosas mal en Carballiño"

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photo_camera Los letrados de los acusados, con Pachi Vázquez y Elisa Domínguez, en primer término.
La secretaria titular admite que no se dio publicidad a muchas de las contrataciones temporales

Hasta en algo más de un centenar de ocasiones repitió "no lo recuerdo" la secretaria del Concello de Carballiño -con plaza en propiedad aunque ahora está de baja por  motivos de salud-. Una especie de mantra que dejó por momentos el extenso interrogatorio del caso Pachi Vázquez, por supuestos contratos a dedo en el Concello de Carballiño, huérfano de explicaciones sobre la política de personal durante el periodo en el que la fiscalía fijó las irregularidades (2004-2011).

Hasta los propios acusados, cuando la funcionaria abandonó la sala de vistas, bendijeron la declaración de una de las principales testigos de cargo del ministerio público. Vázquez, exlíder del PSdeG y ahora en Espazo Común, se acercó y susurró al oído de Elisa Domínguez, otra imputada: "La declaración no fue muy perjudicial para nosotros; la fiscalía alucinará".

Pero hora y media de preguntas y respuestas dan para mucho y la testigo llegó a reconocer, a veces con esfuerzo, que "en el Concello en algunas ocasiones se hacían las cosas mal y otras bien". Al comienzo del interrogatorio admitió que "excepcionalmente" se publicitaban las ofertas para empleos de duración determinada. "Algún proceso de selección hubo, pero no en su gran mayoría", precisó en otro momento de su declaración. Contrataciones temporales sin un procedimiento específico, tal como explicó, que las regule si bien debe  primar un acceso respetuoso con los principios de igualdad, mérito y capacidad en la concurrencia al puesto, en virtud de la Ley Reguladora de las Bases  de Regimen Local. Y ante la pregunta de la fiscal "¿cómo se garantizaban los méritos en el Concello de Carballiño" el silencio fue elocuente.

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En las certificaciones que emitió a petición del juzgado que instruyó la causa por prevaricación,  aseguraba que en los expedientes de contratación no figuraba la exposición pública y, por tanto, no hubo proceso de selección. Según las defensas, porque no se buscaron con ahínco (Vázquez aportó tras las querella varias cajas con documentos) ya que estaban desperdigados por varias dependencias. 

Los acusados, también figuran el exalcalde Carlos Montes y los exediles Alfonso Prado y María Elisa Domínguez, no le pedían asesoramiento legal, aunque alguna advertencia verbal hizo sobre cómo debía hacerse para contratar bien. En los decretos de la alcaldía que le pasaban a la firma con el nombre del empleado elegido, se limitaba a dar fe pública de que el alcalde lo había visto.

“Nunca advertí ilegalidades"

La segunda testigo, la antecesora de la anterior ya que ejerció de secretaria accidental entre 2000 y 2004, contratada por el alcalde como personal de confianza hasta que se cubrió en propiedad la plaza, rompió una lanza por todos los acusados. Según la versión de la funcionaria, quien ofreció profusas explicaciones del funcionamiento de la Administración local -"como un libro abierto", según le espetó alguno de los abogados-, en Carballiño sí se daba publicidad a los expedientes de contratación con fondos propios porque "cuando son ajenos se ajustan a las bases reguladoras de la subvención".  En este caso, esta  trabajadora sí intervenía -dijo- "controlando la legalidad de los contratos temporales" y nunca, en su etapa, advirtió anomalías. Recordó, además, que Intervención, puede detectar las irregularidades y poner reparos a la hora de pagar las nóminas.

“Una calamidad"

En esta segunda sesión de las once señaladas también quedó claro que en el sector público no todo se sigue por el libro (el abogado Rego reparó en el descontrol del Concello carballiñés y lo tildó de "calamidad"). Y no solo en temas de contrataciones. En la sesión de este martes quedó en evidencia el archivo. En ese concello, hay hasta tres dependencias que albergan la documentación y la persona que sustituyó al encargado cuando se jubiló este último no tenía preparación alguna, según reconoció. "Yo no sé archivar y hacía sitio en los huecos que veía para colocar lo que llegaba", admitió el policía local en segunda actividad que fue destinado a ese servicio. El trabajador no pudo ser más gráfico: "Estaba allí en un momento, lugar y hora equivocados; pasó el camión y me pilló allí", en alusión al trabajo que le encomendó la secretaria en 2014, a petición del juzgado para buscar los expedientes de contratación del personal laboral del Concello carballiñés. "Encontré los de algunas personas sí y otras no", zanjó. 

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