El caso contra Pachi Vázquez: “La acusación viene a pescar"

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Los imputados, dos exalcaldes y cuatro exediles, declararán tras el interrogatorio de 70 testigos

Pachi Vázquez no declaró en  el primer día del juicio que se sigue contra él y cuatro exconcejales socialistas de Carballiño por prevaricación continuada pero, en los corrillos del vestíbulo del edificio judicial de O Couto, habló con gestos elocuentes, subiendo y bajando los brazos. Una manera de expresar que afronta el proceso penal sin preocupación. Sin lastres. "Me encantaría decir lo que siento, pero mis abogados dicen que no hable hasta que acabe el juicio (...); no quiero ir de chulito o influir en los testigos", aseguró.

Pero a Vázquez le gusta la conversación y minutos antes de sentarse en el banquillo, recurrió a la socorrida actualidad: desde la covid-19 -es médico de profesión- a  los chascarrillos sobre la vacuna y el presidente del Gobierno. 

La primera sesión estuvo centrada únicamente en las cuestiones previas planteadas por los abogados de las partes. En la batería, se incluyó la petición de que los acusados sean interrogados tras los testigos, cuando el proceso afronte su recta final, previsiblemente hacia el 10 de diciembre, una práctica poco habitual y a la que aludieron invocando un mejor derecho de defensa. La titular del Penal 2 aceptó la petición, al igual que dispensó a Alfonso Prado, con problemas de salud, de estar en  la sala hasta que le toque declarar. Una posibilidad a la que puede que se sumen el resto de imputados.

El exlíder del PSdeG, ahora concejal de Espazo Común en Carballiño, la formación política que fundó, está acusado junto a Carlos Montes, Alfonso Prado, José Antonio Barge y Elisa Domínguez de favorecer un sinfín de contrataciones irregulares cuando el PSOE gobernaba en la villa del Arenteiro entre 2005 y 2011.  Montes y Vázquez fueron alcaldes. 

El abogado de este último, el catedrático Víctor Moreno Catena, aprovechó su turno de palabra para deslizar críticas a la instrucción.  "Aquí hay citados más de 70 testigos -trabajadores del Concello carballiñés- y más de 50 no declararon durante la instrucción, algo que no es lo usual; da la sensación de que la fiscalía viene a pescar al juicio oral para hacer una microinstrucción". Pero la fiscal escuchó con atención y no lo pasó por alto en su turno de palabra: "Aquí no venimos a pescar sino a practicar pruebas para el esclarecimiento de la verdad", puntualizó Rosa Tallón.

Moreno Catena, ya fuera de la sala, negó los supuestos enchufes por los que los cinco imputados están siendo juzgados. "En todas las actuaciones, con más de 3.000 folios, no hay ninguna pregunta sobre si hubo enchufes, privilegios o trato de favor", aseguró.

Otras cartas

En las cuestiones previas también se mostraron otras cartas como las dilaciones indebidas, o lo que es lo mismo, la tardanza del juicio ya que el caso, recordó Ángel Suárez, el abogado del exalcalde Montes, comenzó a instruirse hace seis años (Juzgado mixto 2 de Carballiño 2 en 2014).

El letrado de Elisa Domínguez reprochó que "en un caso igual a este, en Piñor de Cea, con 11 contrataciones, la fiscalía, la misma que nos acusa, pidió el archivo". Fue la jueza la que mostró su extrañeza sobre el hecho de que se trate de dos supuestos iguales.

La vista oral se reanuda hoy al haber aceptado ayer la jueza invertir el orden y dar la opción a los acusados de declarar al final. A partir de ahora, la mayor parte de sesiones (otras diez) se centrará en escuchar a los supuestos enchufados. 

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