El sector inmobiliario apoya un cambio en la normativa de habitabilidad de Galicia con el objetivo de facilitar y permitir, en determinados supuestos, que bajos comerciales abandonados o sin actividad en entornos urbanos puedan renunciar a su uso original para reconvertirse en viviendas. En Galicia hay ahora más de 6.000 en estas condiciones, la mayoría en las ciudades, y de ellas, Ourense es en la que peor situación está, ya que, según los datos de la patronal Fegein, en la ciudad son hasta 1.450 los locales comerciales sin actividad, una cifra que se eleva hasta los 2.350 en toda la provincia. Esto es alarmante ya que, cruzando este dato con el número total de bajos (12.954) ofrecido por el Registro Oficial del Catastro, significa que uno de cada cinco en la provincia están desocupados.
Fegein recuerda que existe ya la posibilidad de adaptar bajos comerciales para destinarlos a uso residencial, pero esta adaptación queda impedida por la normativa actual de habitabilidad, que exige que se cumplan una serie de condiciones bastante estrictas para garantizar la protección de las vistas de las viviendas desde el exterior.
Condiciones
Entre otras condiciones, los bajos o entresuelos reconvertidos para uso residencial deberían tener una superficie útil mínima de 40 metros cuadrados habitables con la normativa de habitabilidad. La altura entre suelo y techo tendría que ser como mínimo de 2,5 metros y los baños y cocina deben disponer de instalación para una salida de humos. Además, el local debe estar a nivel rasante del suelo y no bajo suelo. La fachada exterior debe tener una anchura mínima para poder introducir ventanas. Otra de las cuestiones que regularán las nuevas normas urbanísticas en la transformación de local a vivienda es garantizar que se respetan las condiciones de habitabilidad, confort, seguridad, accesibilidad y salubridad.
Ourense podría quedarse fuera por la falta de PXOM
Benito Iglesias, presidente de Fegein, celebra la medida adoptada por la Xunta de flexibilizar la conversión de bajos en viviendas, pero alerta de que la ciudad de Ourense podría quedarse fuera por dos motivos: por un lado, la falta de un PXOM actualizado, dejando “casi sin efecto” la norma autonómica, al no contemplar el plan del 86 estas reconversiones. Y otro factor determinante es la tardanza en la concesión de licencias, que se demora hasta año y medio, el tiempo de espera más alto de las siete urbes gallegas.
Además, el presidente de Fegein destaca que “esta es una gran oportunidad para reubicar las nuevas viviendas vacacionales que se adhieran al mercado turístico en locales a pie de calle y para aumentar de la misma manera la oferta de viviendas en alquiler”.
