El Gobierno gallego dio ayer luz verde a la segunda fase del Plan Impulsa Ourense (denominada Plan de Competitividade), mediante la que se continuarán las medidas económicas de discriminación positiva en la provincia para el perídodo 2011-2013, con subsidios que alcanzarán hasta el 50% de las inversiones empresariales realizadas en el territorio. Las ayudas mínimas para los proyectos presentados por pequeñas empresas serán del 25%, mientras que para las medianas serán del 20%. Asimismo, se reservará un 15% del Fondo Emprende de Capital Risco.
El presidente Núñez Feijóo recalcó la necesidad de dinamizar el PIB ourensano para reequilibrarlo con la media gallega a través de la potenciación de la convergencia internacional y la innovación. 'O oriente galaico pode atraer emprendedores e investimentos, polo que espero que nun futuro lidere a nosa economía en detrimento das provincias do eixo atlántico', según pronosticó Feijóo.
La defensa de la equidad será uno de los principales frentes de la estrategia política de la Xunta, tanto a nivel comunitario como estatal, por lo que el presidente se refirió a la confrontación con el Gobierno central por sus desavenencias a la hora de amparar a las comunidades y provincias con mayores déficits económicos.
El Plan de Competitividade se volcará tanto en los sectores tradicionales como en los emergentes. Entre los primeros, se encuentran la agroalimentación, la viticultura, la automoción, la pizarra y la madera. Las tecnologías de la información y comunicación, biomasa y termalismo serán otras de las industrias donde se volcarán las ayudas económicas, para lo que previamente será necesario 'potenciar unha imaxe de marca de Ourense que defina as señas de identidade e faga a provincia atractiva para o investimento, desenvolvemento e crecemento económico', según adelantó el conselleiro de Economía, Javier Guerra.
Las principales fortalezas de Ourense señaladas por el plan tienen que ver con la localización estratégica en la frontera con Portugal, formando parte de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, la riqueza natural atribuida por las características del terreno, la tendencia hacia la terciarización de la economía, como consecuencia del aumento del número de ocupados en el sector servicios, y la constante reducción del peso del sector primario, como resultado del abandono de las actividades agrícolas y ganaderas, que generan menor valor añadido.
Al acto de presentación del nuevo plan estratégico del Programa Impulsa también acudió el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, el presidente del PP ourensano, Manuel Baltar, así como numerosos alcaldes, diputados y representantes del mundo empresarial y sindical de la provincia.
La colaboración de los principales agentes sociales de la provincia concuerda con el carácter participativo del Plan, que contó con la colaboración de todos ellos para planificar una estrategia conjunta. 'A planificación foi froito dunha profunda reflexión sobre o diagnóstico e sobre as medidas que poden ser máis efectivas', explicó Feijóo a la vez que sugería las ventajas de aunar esfuerzos.
La defensa de la equidad será uno de los principales frentes de la estrategia política de la Xunta, tanto a nivel comunitario como estatal, por lo que el presidente se refirió a la confrontación con el Gobierno central por sus desavenencias a la hora de amparar a las comunidades y provincias con mayores déficits económicos.
El Plan de Competitividade se volcará tanto en los sectores tradicionales como en los emergentes. Entre los primeros, se encuentran la agroalimentación, la viticultura, la automoción, la pizarra y la madera. Las tecnologías de la información y comunicación, biomasa y termalismo serán otras de las industrias donde se volcarán las ayudas económicas, para lo que previamente será necesario 'potenciar unha imaxe de marca de Ourense que defina as señas de identidade e faga a provincia atractiva para o investimento, desenvolvemento e crecemento económico', según adelantó el conselleiro de Economía, Javier Guerra.
Las principales fortalezas de Ourense señaladas por el plan tienen que ver con la localización estratégica en la frontera con Portugal, formando parte de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, la riqueza natural atribuida por las características del terreno, la tendencia hacia la terciarización de la economía, como consecuencia del aumento del número de ocupados en el sector servicios, y la constante reducción del peso del sector primario, como resultado del abandono de las actividades agrícolas y ganaderas, que generan menor valor añadido.
Al acto de presentación del nuevo plan estratégico del Programa Impulsa también acudió el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, el presidente del PP ourensano, Manuel Baltar, así como numerosos alcaldes, diputados y representantes del mundo empresarial y sindical de la provincia.
La colaboración de los principales agentes sociales de la provincia concuerda con el carácter participativo del Plan, que contó con la colaboración de todos ellos para planificar una estrategia conjunta. 'A planificación foi froito dunha profunda reflexión sobre o diagnóstico e sobre as medidas que poden ser máis efectivas', explicó Feijóo a la vez que sugería las ventajas de aunar esfuerzos.
