La semilla de un país que hace escuela de cocina

La actual Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid abrió sus puertas en 1959. Hoy se mantiene viva con nuevas remesas de futuros cocineros, gerentes y jefes de servicio. El centro también existe en la memoria de sus antiguos alumnos, los mismos que ayer visitaron en Ourense por el I Reencuentro de egresados de esta institución. La iniciativa de la reunión de los 77 exalumnos surgió de la quinta promoción, llamada “Gaspart”, graduada en el año 1965. Representando esta hornada está Santiago Martínez, antiguo gerente del Sanmiguel de Ourense, que “ha entregado cuerpo y alma” a organizar el reencuentro, según su compañero Manuel de Lucas Casas. Fernando Guerrero Garcés, de la octava promoción, relata cómo en sus tiempos los estudiantes llegaban a la capital desde las “antiguas provincias”. Por entonces el cuerpo del alumnado estaba formado por un “totum revolutum” de muchachos de familias de empresarios e hijos de humildes camareros. De aquella, explica Guerrero, los alumnos pasaban por las tres disciplinas de la escuela (cocina, servicios y gerencia) y acababan por decidirse por una de las tres como especialidad para estudiar en los dos últimos años. Los docentes, apunta, antes todo les enseñaron los principios de la profesión: “el compañerismo, el cariño, el tesón, el esfuerzo, la seriedad y el amor al trabajo”. Entre sus exalumnos excelsos se encuentran figuras de la cocina televisivas como Sergio Fernández Luque y Alberto Chicote, innovadores y divulgadores que le deben todo a otro graduado de la quinta promoción: el reputado Juan Mari Arzak, que tristemente no pudo acudir por problemas de salud. Representando a la primera promoción, Juan Morales quiere recordar que el laureado actor José Luis Gómez se había formado en la Escuela antes de cambiar la cocina por los escenarios. Estos nombres son los que han puesto a España en el podio mundial de la cocina. “Antes estábamos muy afrancesados”, explica Guerrero. “Ahora nos copian desde Francia y, en cierto modo, hasta nos tienen envidia”, opina. Manuel de Lucas Casas, vocal de este primer reencuentro, tiene claro cuál ha sido el hito fundamental de su vida:”La escuela superior me preparó para tomar decisiones a los niveles personal y profesional”. Con esta reunión, Casas solo lamenta una cosa: “Yo me tenía que haber casado con una gallega, Galicia es lo mejor del mundo”.