El séptimo temporal de alerta roja en la costa gallega de este invierno hizo que amarrara la mayor parte de la flota, creó problemas de circulación en el litoral y desbordó paseos marítimos, como el de A Coruña, donde el mar inundó la calzada.
Ayer se llegaron a registrar olas superiores a los once metros, concretamente de 11,95 a veinte millas de cabo Vilano. Además, los vientos superaron los cien kilómetros en Malpica (112) y Cedeira (110).
La carretera PO-552 entre Baiona y A Guarda se cerró al tráfico entre los kilómetros 17 y 19 debido al fuerte oleaje en la zona. El temporal causó asimismo el derrumbe de la pared de un edificio de apartamentos en la playa de Miño (A Coruña).
Además, el fuerte oleaje partió el faro de Burela, conocido como A Pedra de Burela, en la Mariña de Lugo. El patrón mayo de la Cofradía de Pescadores, Basilio Otero, apuntó que el mar "arrancó" a la infraestructura su parte superior, de entre 3 y 5 metros, mientras que la parte restante quedó tumbada por el embate de las olas
Una familia que viajaba en una autocaravana hacia el albergue de O Piornedo tuvo que ser rescatada en la madrugada de ayer al quedarse atrapado el vehículo en elque viajaban durante dos horas debido a la nieve presente en la calzada en la zona de A Degrada, en el municipio lucense de Cervantes.
Previsión para hoy
Hoy no habrá cambios significativos. Galicia continuará bajo la influencia de los vientos del suroeste y entrará un nuevo frente. Así, los cielos estarán cubiertos y con lluvias débiles por la mañana, mientras que por la tarde las precipitaciones serán generalizadas.
