La Subdelegación de Defensa fue escenario de la imposición de condecoraciones a aquellos que han destacado por su constancia en la carrera militar, méritos o por la colaboración con las fuerzas armadas

Ser militar tiene recompensa

Ramón Rey Vich, Ángel Barrera, Fernando González, Alejandra Selas y José Abad Vilas. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Octubre se ha convertido en el mes más condecorado del año, con la imposición de cruces que laurean la dedicación profesional de distintos colectivos dedicados a velar por la seguridad. Los policías tuvieron las suyas el día de los Ángeles Custodios (día 2); la Guardia Civil, otro tanto con motivo del Pilar, y ayer le tocó el turno a los militares.
La Subdelegación de Defensa, en su señero edificio de la calle Paseo de la ciudad, acogió el acto de imposición de condecoraciones al cabo Fernando González Vidal, por su constancia en sus 15 años de servicio, y a Alejandra Selas Fernández por sus méritos en la carrera militar. También hubo una cruz del mérito naval que recayó en el excomisario de Policía Nacional Ángel Barrera, jubilado este año, a quien, quisieron agradecer su colaboración 'permanente, desinteresada y eficaz' con las fuerzas armadas.

El delegado de Defensa en Galicia, José Abad Vilas, glosó ante las numerosas autoridades la importancia de las recompensas militares tanto desde un punto de vista moral como orgánico. 'Constituye un estímulo permanente para la superación en el cumplimiento del deber y servicio'. En su concesión, según añadió, se valoran tanto las condiciones morales como físicas e intelectuales.

Uno de los agasajados, Fernando González, aseguraba que la cruz por su constancia 'es un paso más' en un carrera en la que -reconoce- está por vocación. Asignado al área de reclutamiento, es un testigo en primera línea del interés que está despertando la carrera militar entre los jóvenes que pretenden hacerse un futuro en tiempos de paro y crisis. De hecho, recuerda que en la última convocatoria, 'el 23% de los que accedieron a tropa tenían alguna diplomatura o licenciatura'. Jóvenes más formados y en demasía. Según apostilla el comandante Francisco Vila, la última media fue de una plaza para cada 27 solicitudes. Una cantera en la que Ourense contribuye en gran medida porque 'siempre ha sido una provincia con tradición militar' por la falta de alternativas económicas.

El acto concluyó con un aperitivo en la planta baja en el que el subdelegado de Defensa, Ramón Rey Vich, hizo un brindis 'por el primer soldado': el rey Juan Carlos.

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