Desconfinamiento infantil

Sin incidencias, pero en alerta

Una mujer pasea un carrito de bebé en la Plaza Mayor. (Foto: Martiño Pinal)
photo_camera Una mujer pasea un carrito de bebé en la Plaza Mayor, ayer por la mañana. (Foto: Martiño Pinal)

Policía y Guardia Civil no tuvieron que intervenir en la primera jornada de desconfinamiento infantil, pero varios "justicieros de balcón" llamaron a los agentes por salidas sospechosas.

Prueba superada. Al menos en Ourense. La primera y esperada jornada del desconfinamiento infantil de niños de 0 a 13 años no dejó incidencias reseñables en Ourense. Así lo constantan Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, que ayer patrullaron durante todo el día por las zonas más concurridas, especialmente los paseos y las zonas verdes de la ciudad.

Sin embargo, un viejo conocido del confinamiento volvió a escena: la policía de balcón. Según fuentes de la Policía Local, sí recibieron numerosas llamadas de ourensanos "alertando" de familias enteras paseando a sus hijos o falta de distancia de seguridad en zonas concurridas como el parque Barbaña y el paseo del Miño. Sin embargo, no hubo intervenciones ni sanciones por incumplimiento.

Aunque las imágenes de la primera salida de los niños ourensanos distan mucho de las que circularon en redes sociales de paseos que, claramente, incumplían la norma en lugares como Madrid o Valencia, la preocupación de las familias de la ciudad está ahí. "Creo que aquí la gente actúa de maravilla, respetando las distancias y no te cruzas con nadie", dice Ana Rodríguez, madre de dos niños que ayer pasearon por el Barbaña. Durante la jornada, sí se pudieron ver casos puntuales de familias paseando a sus hijos con más de un adulto como acompañante. También saludos más cercanos de lo esperado entre conocidos. 

Fuera de la ciudad, Barbadás probó con éxito su método particular: los vecinos de portales pares salieron a horas pares y los de portales impares, a impares. La afluencia en las zonas verdes no fue tan destacada como en la ciudad. "Apenas nos cruzamos a tres familias", dice Alba Salgueiro, madre de Thiago, de cinco años.

En O Carballiño, la Guardia Civil que vigilaba la Avenida del Arenteiro explicaba a mediodía y tras varias vueltas que no habían visto más de 10 padres en toda la mañana por el pueblo. Las mascarillas infantiles son otro dilema para los padres. A muchos, especialmente a los más pequeños, les resultan incómodas y es imposible controlar que no se la quiten durante todo el trayecto. "Yo la llevo en el bolso y solo las pongo si vemos que hay mucha gente", explica una madre.

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