Reportaje

“Ya no aguantaba más": los 27.000 ourensanos del desconfinamiento

Ourense. 26/04/2020. Primera salida a la calle de los niños y niñas de Ourense tras mas de cuarenta días encerrados en sus casas por las medidas de confinamiento del estado de alarma.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Primera salida a la calle de los niños y niñas de Ourense tras mas de cuarenta días encerrados en sus casas por las medidas de confinamiento del estado de alarma.(Fotos: Xesús Fariñas y Martiño Pinal)

Los niños conquistaron la calle en patinete en un primer día de salidas infantiles sin incidencias, aunque con policía de balcón

"¡Co-ro-na-vi-rus, co-ro-navirus!”, tararea con entusiasmo un pequeño que no pasa de los cuatro años mientras avanza a saltitos por el paseo del Barbaña en el primer día de las salidas autorizadas para niños de 0 a 13 años tras seis semanas confinados. A veces asusta hasta qué punto la palabra se ha colado en nuestras vidas.

Otros dos niños, más mayores, juegan con la rama de ese árbol en el que jamás repararían de no estar precintados los columpios. Son 27.000 niños ourensanos, alrededor de 16.000 en la ciudad, los que desde ayer se enfrentan al reto de la desescalada. Una vuelta a una nueva normalidad que, según Policía Nacional y Guardia Civil, no dejó incidencias reseñables en Ourense.

La hora escogida da igual. Las principales zonas verdes de la ciudad se llenaron de familias con hijos desde primera hora de la mañana. El ruido más inocente volvió a las calles después de tantos días. Los pájaros ya han pasado a un segundo plano.

Captura de pantalla 2020-04-27 a las 8.14.57

Susana Romasanta es enfermera. Baja con su hija a pasear cerca del río Barbaña, ambas con mascarilla, a primera hora de la tarde de ayer. Cualquier precaución es poca. “Nos hemos descargado la aplicación que calcula la distancia de un kilómetro desde casa y así lo haremos”. A Sofía Acevedo,  su hija, puede intuírsele la sonrisa debajo de la mascarilla. “¿Ya tenías ganas de salir?”. Los ojos se abren como platos: “¡Uf! Ahora ya sí, no aguantaba!”. El paseo será pequeño, pero necesario.

Ana Rodríguez pasea con sus hijos, Lois y Aldán, por la misma zona. “Llevamos unos minutitos paseando, ahora vamos a ver el parque por fuera”. No queda otra que hacerlo así. Sí han podido ir a saludar a la abuela, que vive cerca, y que se habrá llevado una alegría al salir al balcón y ver a los nietos después de tanto tiempo. Las videollamadas salvan, pero el cara a cara es irremplazable.

El primer padre del paseo tiene familia numerosa, toda una aventura para el primer día del desconfinamiento parcial. “Menos mal que non teño catro. Xa me vía facendo turnos”, bromea por la medida que impide que las familias numerosas salgan con más de tres hijos a la calle. La estampa es admirable: el pequeño llora en su regazo, los mayores–mellizos–pelean por el único patinete.

Otro pequeño escala el césped con su peluche del Rey León mientras la madre vigila desde el banco. A pesar de que al chaval se le va la vida en sujetar con fuerza el juguete, se lleva igual la bronca. "¡Ven aquí ahora mismo! ¡Deja el peluche!". Un grupo de niños juega al balón y patines y los patinetes se cuentan por decenas. ¿Qué ha sido de las bicis?

Captura de pantalla 2020-04-27 a las 8.15.21

La ciudad despide el primer día del desconfinamiento infantil: el primer paso hacia la ansiada desescalada. Los mayores ya preguntan cuándo les tocará a ellos. De momento, el protagonismo es para los niños.

En las villas, tranquilidad

Fuera de la ciudad, sin incidencias. En O Carballiño, Lena y Aldara patinaban a orillas del río con su madre durante la mañana de ayer. Sabían lo que tenían que hacer: "Lavarme las manos 20 segundos, tocar lo menos posible...". La madre cuenta que "cuando se enteraron que ya podían ir a la calle, ya querían salir a las nueve y media de la mañana".

Blanca, de 7 años, corre con su carrilana al lado de su padre. Aunque en casa "jugaba a muchas cosas", "echaba de menos salir". En el corazón del Parque, una madre eligió este espacio porque "es un espacio abierto, en donde se toca menos, por eso lo elegimos para salir a caminar". Su hija Cayetana de 11 años reconocía que después de tanto encierro, "las sensaciones son distintas, me ha sorprendido ver tan poca gente y con guantes y mascarillas. Parece todo distinto".

Captura de pantalla 2020-04-27 a las 8.15.12

Otra pequeña, Carla: "Estoy corriendo con mi papi y estoy contenta en casa porque así no tengo que ir al cole". "Está feliz y me sorprende que no saliera más gente al parque. "Había pensado que si había mucha buscaríamos otro lugar, pero no ha sido necesario", matizaba el padre.

En O Barco de Valdeorras no madrugaron. La lluvia de las primeras horas, culpable. Fue cuando paró de descargar agua cuando empezaron a asomar los más pequeños, siempre acompañados de mayores. Muchos acudieron al Paseo do Malecón, si bien, respetando las distancias marcadas para evitar cualquier riesgo de infección. Con patinetes o sin juguete, simplemente para pasear, los niños devolvieron la alegría a la villa tras seis semanas confinados

Te puede interesar